“Soldado argentino sólo conocido por Dios” decía la inscripción de, al menos, 121 tumbas ubicadas en las islas Malvinas, que guardaban desde la guerra los restos de argentinos caídos que no habían sido identificados. Tras un acuerdo, en el que trabajaron la Cruz Roja y el Equipo Argentina de Antropología Forense (EAAF), se logró identificar quiénes eran y se les comunicó a los familiares que desde hace cuatro décadas esperaban saber dónde estaban sus seres amados. Pero esta posibilidad se detuvo.
En los últimos días se conoció que el Gobierno británico suspendió la tercera etapa del llamado Plan Proyecto Humanitario Malvinas (PPH), iniciado en el 2012 y que recién en el 2016 comenzó con la identificación de los cuerpos enterrados en el Cementerio de Darwin, con intervención del EAAF, que tiene mucha experiencia en este campo.
Si bien no hay una explicación oficial, desde la cancelación del acuerdo Foradori-Duncan, que le otorgaba al Reino Unido la explotación comercial de áreas en el Mar Argentino, esta teoría fue la que cobró más fuerza, pero rápidamente fue descartada por Cancillería en los medios.
Este acuerdo fue anulado en marzo por el presidente Alberto Fernández y el canciller, Santiago Cafiero, se lo comunicó el dos de marzo último al titular del Foreign Office, James Cleverly, en la Cumbre del G20 realizada en India. En ese marco indicó que el acuerdo diplomático, generado durante el Gobierno de Mauricio Macri, era perjudicial para los intereses nacionales y aprovechó para solicitar una reunión en las Naciones Unidas para discutir la soberanía sobre las islas.
EAAF
Cabe destacar, que lo ocurrido atenta con los acuerdos ya establecidos. En diálogo con este medio, el EAAF afirmó que, si bien ellos se ven afectados por el freno accionado en esta etapa, es una cuestión diplomática y que desde el organismo nada se puede hacer para seguir con el trabajo mientras no se solucione.
No obstante, aclararon que la identificación de los seis caídos que faltan no se vio comprometida, porque ya fueron exhumados los cuerpos y se tomaron muestras de ADN. Lo que quedó parado, explicaron desde el EAAF, son las futuras exhumaciones de cuerpos que no estaban ni contabilizados ni trabajados por el equipo de antropólogos.
Cabe destacar, que para realizar el trabajo de análisis se hace un montaje de laboratorios en la zona, explicaron desde el organismo y se hicieron en el mismo cementerio los análisis odontológicos, las radiografías y la toma de muestras para poder identificar los restos.
El EAAF se conformó en 1984 y desde su formación se dedicó al trabajo de búsqueda de personas que habían sido secuestradas en la última dictadura militar y enterradas de forma clandestina. Esto llevó a que el EAAF extienda su campo de trabajo a lo largo de todo el país, tanto en cementerios como en dependencias militares y policiales. Actualmente trabaja a lo largo de Latinoamérica y por varias zonas de conflicto en el mundo.
Repercusiones en la región
En tanto, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, cuestionó la dilatación del comienzo de la tercera etapa para otorgar identidad a los cuerpos de ex combatientes y consideró en sus redes sociales que la actitud de los británicos fue una “bajeza”.
Ante el desentendimiento del Gobierno de Rishi Sunak, primer ministro del Reino Unido, en su cuenta de Twitter Melella disparó que “se trata de una bajeza pocas veces vista en la historia de la humanidad. No se puede jugar con el dolor de las familias de los caídos”.
En esa línea, el gobernador afirmó que “por tensiones diplomáticas, Reino Unido dilata el operativo para identificar a soldados caídos en la Guerra de Malvinas, una acción enmarcada estrictamente en las obligaciones de todos los Estados del mundo por el Derecho Internacional Humanitario, como moneda de cambio política”.
Posturas internacionales
Se conoció que Reino Unido permitió la presencia militar de la república de Kosovo. Según indicaron especialistas, esta nación utilizó este movimiento como muestra de su pretensión de ser parte de la Unión Europea y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que de hecho fue quien construyó en 1985 la base que ocupan los soldados llamada Mount Pleasant. Esto da claras cuentas sobre la posición del organismo sobre la soberanía de las islas.
No obstante, en medio del contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania, el ex presidente de esa nación y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, se manifestó hace unos meses de una forma particular: “Lo mejor es que los británicos se larguen finalmente de las islas Malvinas y las devuelvan a los argentinos. ¡Las Falklands no son Reino Unido, sino Argentina!”
Este pedido lo hizo a través de sus redes sociales, en donde llamó además “hipócrita” a Sunak, Sin dudas la soberanía de la isla seguirá siendo un tema de debate mundial, en el que cada país jugará sus fichas con respecto a la cuestión. Lo que no debería estar en debate son los trabajos humanitarios, que permitirán a muchas familias cerrar una herida que parece, con estos nuevos impedimentos, que no cicatrizará pronto.