Los tres hombres fugaron de la Unidad Penal 30 de General Alvear a las 3 de la mañana y habrían utilizado ropas oscuras similares a las del servicio penitenciario, luego de amenazar con un arma de fuego a los guardias. Los prófugos habían sido condenados a prisión perpetua por los asesinatos de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, ocurridos el 13 de agosto de 2008 en General Rodríguez.
Ante esta situación, el gobierno de María Eugenia Vidal dispuso la remoción de las autoridades del SPB al igual que el jefe de la Unidad Penal. En un comunicado anunciaron que “el nuevo jefe del Servicio es Fernando Díaz, subjefe del servicio penitenciario nacional”. Además de la remoción de autoridades, el gobierno resolvió que se inicie una investigación interna.
En tanto, personal de Fuerzas Federales, Interpol, la Agencia Federal de Inteligencia y la Policía de la provincia montaron operativos para tratar de dar con los tres fugados.
Durante la pasada campaña electoral el triple crimen de General Rodríguez volvió al centro de la escena cuando uno de los hermanos Lanatta, Martín, vinculó al ex jefe de gabinete Aníbal Fernández con ese caso. El condenado declaró en el programa televisivo de Jorge Lanata que el ex candidato a gobernador bonaerense le pidió que gestionara armas y permisos ante el RENAR (Registro Nacional de Armas) para allegados y dirigentes políticos y gremiales, entre los que nombró a Sebastián Forza, uno de los muertos de General Rodríguez. Hasta entonces, Lanatta había negado durante seis años cualquier vínculo con el jefe de Gabinete de Ministros de Cristina Kirchner.