El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se constituirá en Bahía Blanca para participar de la investigación por el caso de Facundo Astudillo Castro, quien permanece desaparecido desde el 30 de abril último tras salir de su casa de la localidad de Pedro Luro, informaron este viernes fuentes judiciales.
En tanto, las pericias realizadas a distintos restos óseos hallados el viernes sobre un arbusto de cactus, donde hubo una pequeña excavación, confirmaron que se trataban de huesos de animales.
La incorporación del EAAF para colaborar con la investigación del caso se dio tras una serie de videollamadas y reuniones virtuales por Zoom entre el fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez , el fiscal general adjunto de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) Andrés Heim y los expertos de ese organismo Luis Fondebrider -director ejecutivo y fundador- y Carlos Somigliana –investigador-.
Es que se había solicitado su colaboración por intermedio del Sistema Federal de Búsqueda de Personas del Ministerio de Seguridad de la Nación, y se los tuvo por designados para actuar en el marco de la investigación.
Fondebrider se constituirá en la ciudad de Bahía Blanca en los próximos días, con el objeto de imponerse de las actuaciones labradas y comenzar con las tareas de su especialidad.
Según el comunicado, el organismo se encuentra capacitado, entre otras cosas, para dirigir la investigación respecto a la búsqueda de Facundo.
En tanto, la Policía Federal Argentina (PFA) remitió las actas labradas respecto de los rastrillajes que tuvieron lugar el viernes 7 de agosto.
La medida se inició sobre un arroyo que cruza la ruta 3, a la altura del kilómetro 775, y finalizó aproximadamente 605 metros hacia el sur.
Personal Prefectura Naval Argentina (PNA) realizó la búsqueda en el canal cloacal, mientras que la PFA y los Canes efectuaron el rastrillaje por los sectores aledaños al mismo.
Efectivos de PNA hallaron junto al flujo de agua una campera de color azul, tipo inflable, con la inscripción “TMLL” con etiqueta indicativa del talle “M” que no fue reconocida por la madre de Facundo, aunque afirmó que sólo coincidía el talle y el color con el tipo de ropa que utilizaba su hijo.
Además, el can Duke se posicionó sobre la banquina de la ruta en el kilómetro 776, donde realizó una marcación pasiva; seguidamente el mismo perro efectuó una nueva marcación en una pequeña vivienda, cuyos moradores permitieron el acceso.
En la parte trasera de la casa, el can Yatel marcó un posible rastro sobre un arbusto de cactus, donde se realizó una pequeña excavación y se encontró material óseo de distinto tamaño, el cual fue peritado y hoy se informó que correspondían a animales.