Lo aseguró Raúl Zylberzstein, presidente de la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires (FECIBA), en referencia a la grave crisis que atraviesan las pequeñas y medianas empresas. En ese marco, el directivo confirmó que el martes marcharán junto a la CGT “para exigir medidas concretas que frenen la sangría que está destruyendo la industria nacional”.
Los datos surgen de un relevamiento interno llevado a cabo por FECIBA basado en estadísticas del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) e INDEC y sus cámaras asociadas, desde el 2 de enero hasta el 1 de marzo pasado en el ámbito de la Ciudad y el Gran Buenos Aires. Según el informe, durante el primer bimestre se agravó la caída del empleo y las suspensiones, porque a pesar de sus intentos, para las pymes fue imposible mantener a sus empleados, dado que las ventas ya acumulan una retracción interanual de hasta un 60 por ciento en algunos rubros industriales y no dan señales de mejoría”.
El directivo confirmó que “en lo que va del año cerraron o frenaron sus actividades unas 6800 pymes de diferentes rubros en las que se desempeñaban hasta 30 trabajadores que fueron cesanteados o suspendidos hasta nuevo aviso”. En ese marco, el dato más crudo destacó que “en el primer bimestre ya se perdieron un total de 151.433 empleos, según cifras oficiales”.
El relevamiento detalló que los principales motivos que identifican los empresarios dentro del comercio son “baja en las ventas, incremento de las tarifas y alquileres, y, entre los industriales, también caída en las ventas y fuertes aumentos de las importaciones y tarifas”; a lo que se le suma la inflación en los costos de materias primas que no se puede trasladar, tasas de interés y aumentos de combustible”. También agregaron que otros factores son, en menor medida, la conflictividad laboral, el atraso cambiario y la presión impositiva, remarcando las cargas sociales”.
Al respecto, el referente de las pymes señaló que “esta coyuntura es la principal causa por la cual el empresariado asistirá a la movilización junto a la CGT” y, agregó que lo harán “para dar el primer paso en la búsqueda de una integración social y productiva de un país que hoy aparece con un mapa de contradicciones sociales lacerantes, donde se albergan regiones que disponen de ingresos por habitante veinte veces superiores a los que habitan las regiones más modestas”.
Además, Zylbersztein reconoció que marchan “para poner a la producción en el centro de los objetivos del país como eje de la recuperación”, porque dijo que “no es ni la timba financiera de las Lebacs o dinero prestado, ni el blanqueo lo que va a reactivar definitivamente el mercado interno o el poder adquisitivo”
En materia de la administración del comercio exterior, Zylbersztein dijo que “la integración al mundo es una necesidad que solo será posible de una manera positiva cuando se tenga un país integrado productiva, social y regionalmente con un proyecto propio”, porque señaló que “sino seremos rehenes del proyecto de otros”.
También, remarcó que en el discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso; el presidente Macri se refirió a que la reactivación y el empleo vendrá de la mano del campo, ante lo cual se preguntó “donde vamos a plantar los empresarios de la Capital Federal, que haremos los de los grandes centros urbanos sin una producción que dé empleo y genere valor…
En ese marco, el dirigente empresario trazó un paralelismo con el anuncio de Donald Trump, quien ya anticipó un fuerte cambio impositivo sobre ganancias, cuyo efecto tasa de manera fuerte a los importados y baja ese impuesto a los nacionales, reduciéndole la alícuota general del 35 al 20 por ciento; pero no pudiendo deducir como costo el componente importado. En ese sentido, dijo que “parece que Argentina siempre atrasa, dado que ahora el Gobierno impulsa el Libre Comercio, cuando los principales centro del consumo del mundo buscan abandonarlo”.
Al mismo tiempo, afirmó que “en todos estos años lo dominante ha sido una cultura y una política económica, cualquiera haya sido el signo y la inspiración, que no ha privilegiado la producción, generando un déficit industrial, de 30 mil millones de dólares anuales”, y agregó que en los últimos años del anterior Gobierno, y durante la gestión actual se viene “trabajando por una cultura del consumo sin una cultura de producción y trabajo, lo cual acarrea pérdida de reservas, deuda, inflación y desempleo”.
El informe de FECIBA avala esas palabras y destaca que, en el rubro industrial, entre los sectores que mayor impacto han sufrido se encuentran las industrias metalúrgicas y metalmecánicas, donde se advierte que “hay alrededor de 400 pymes del sector que están en crisis por la apertura indiscriminada de las importaciones provenientes de China y Bangladesh por el aumento de los costos y tarifas”.
Otro rubro altamente dañado es el de la Industria del Cuero, en la cual, luego de las baja de las retenciones a los cueros sin proceso, se perdieron las materias primas para que sean procesadas en otros países. Zylbersztein, quien es además un reconocido empresario del cuero, señaló que “Argentina siempre fue un sector de exportadores, con industrias pymes marroquineras que en los noventa tuvieron una balanza comercial positiva, con exportaciones de más de 100 millones de dólares en su totalidad, y que ahora quedaron reducidas a pequeños talleres, como el que recientemente visito el presidente Macri”. En este punto, coincidió con el Jefe de Estado en “que es verdad que cuando crecen las pymes crece el país”, pero aseguró que “esa empresa que visito es muy parecida a otras, pero que no están creciendo, sino que se achicaron, que antes fueron exportadores y ahora quedaron reducidos a una venta artesanal por Internet o ferias.
Además, junto a la baja de esa industria y la del calzado el titular de FECIBA dijo que “también se ve muy dañada la industria de curtiembre, una cadena de valor emblemática, que hoy está reducida a ser exportadora de materia prima”
Según el trabajo, “otros rubros severamente dañados tienen como protagonistas a los productores textiles e indumentaria, calzado, gráficos y los autopartistas, en estos últimos por las suspensiones de las terminales automotrices”. En tanto, en el rubro de comercios y servicios se detalla que “el número de locales inactivos “en venta, alquiler o simplemente cerrados” se incrementó más de un 7 por ciento este año respecto del bimestre anterior en las áreas comerciales de las ciudades relevadas” y añadió que “las mayores caídas se ven en los sectores gastronómicos, los vinculados al turismo extranjero, espectáculo e indumentaria”.
Por su parte, el referente de las pymes dijo que “estar en la marcha del 7 de marzo significa caminar con las fuerzas sociales de buena voluntad para reclamarle al Gobierno, a la oposición y al Congreso la necesidad de un debate amplio y profundo, sobre el rumbo a seguir para salir de la crisis, sin excluidos”. Y siguió diciendo que “el mundo cambió y tira para abajo, por lo cual es necesario leer este nuevo mundo y actuar en consecuencia, y no sobre verdades reveladas, de creencias cuasi religiosas; para trabajar en defensa de la industrialización, alentando procesos de inversión transformadores, legislar para la producción y el trabajo, para enfrentar esta guerra comercial por la que transitan los mercados”.
Finalmente, Zylbersztein afirmó que “una marcha no cambia los hechos pero constituirá un llamado de atención para los que tienen responsabilidades” y concluyó diciendo que “será el inicio de un encuentro en donde todas las fuerzas del trabajo aboguen permanentemente juntas para que los objetivos se cumplan en el marco del debate multisectorial y el consenso”.