La reciente destitución del senador Edgardo Kueider, tras su detención en Paraguay con miles de dólares no declarados, desató un una tormenta en el Congreso de la Nación. Con 61 votos a favor, 5 en contra y una abstención, el Senado decidió su remoción, marcando un precedente para el tratamiento de legisladores nacionales involucrados en procesos judiciales. El lugar de Kueider, que asumió en el 2019 por el espacio de Unión por la Patria, podría ser ocupado por Stefania Cora, diputada provincial del mismo espacio político, lo que permitiría al kirchnerismo acercarse al quórum en la Cámara Alta.
La decisión sobre Kueider reactivó discusiones pendientes sobre la responsabilidad judicial y ética de los miembros del Poder Legislativo. En ese marco, varia figuras de distintos sectores políticos comenzaron a demandar medidas más estrictas, incluyendo la reanudación del debate por el proyecto de “Ficha Limpia”, que busca impedir que personas condenadas por delitos penales puedan acceder a cargos electivos.
Oscar Parrilli, bajo la lupa
En este contexto, el senador Oscar Parrilli (UP), exsecretario General de la Presidencia durante los mandatos de Néstor y Cristina Kirchner, se encuentra nuevamente en el centro de las críticas. El dirigente enfrenta procesos judiciales vinculados con la causa del Memorándum con Irán, en la que se lo acusa de traición a la patria, así como de abuso de autoridad y encubrimiento agravado. Estas imputaciones, según sus colegas, lo inhabilitarían moralmente para continuar ejerciendo su cargo.
Cabe recordar que el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala (LLA) presentó un pedido formal de suspensión contra Parrilli. “El senador Parrilli está procesado por delitos graves que afectan la legitimidad moral de esta Cámara”, declaró Abdala. Sin embargo, la iniciativa no alcanzó los dos tercios necesarios para ser tratada en la sesión pasada. Pero Abdala también anunció que su espacio insistirá con este pedido.
Asimismo, Parrilli defendió su postura durante la sesión que resultó en la destitución de Kueider. “No tengo ningún problema en que traten mi caso, porque tengo pruebas de que las causas judiciales en mi contra fueron inventadas”, afirmó. También cuestionó al Poder Judicial y denunció una persecución política en su contra.
La reactivación de Ficha Limpia
El proyecto de Ficha Limpia, que propone que personas condenadas por delitos penales no puedan ser candidatas a cargos públicos, reapareció en la agenda legislativa tras la expulsión de Kueider. Esta iniciativa había sido presentada – originalmente- en la Cámara de Diputados por la legisladora Silvia Lospennato (Pro), pero fracasó en su intento de avanzar debido a la falta de consenso político.
Por su parte, Abdala destacó la importancia de retomar este debate en el Senado. “Es fundamental garantizar que ningún representante con antecedentes penales ocupe un cargo en el Congreso. Esto es clave para restaurar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones”, manifestó. A su vez, afirmó que su espacio trabajará en la elaboración de un proyecto mejorado para presentarlo.
No obstante, este debate enfrenta varios obstáculos, dado que el oficialismo, con solo seis senadores en la Cámara Alta, carece de mayoría para impulsar su aprobación. “Es un desafío construir consensos, pero el tratamiento de Ficha Limpia es una demanda social que no podemos ignorar”, aseguró el senador libertario.
