Siete millones de pecados

Siete millones de pecados

A todo el mundo le apasionan los deportistas, pero a nadie tanto como al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que gastó siete millones para traerlos a Buenos Aires.


El 18 de noviembre arribó a Buenos Aires Rafael Nadal, anticipando la irrupción de otras figuras deportivas que pisaron el suelo porteño en las postrimerías del año 2013. Fueron, primero el tenista serbio Novak Djokovic, que llegó cuatro días después para jugar un partido de exhibición con el mallorquí, las hermanas estadounidenses Serena y Venus Williams, que el 30 de noviembre jugaron un partido de exhibición en el Buenos Aires Lawn Tennis y el velocista y hombre record de los 100 y 200 metros llanos, Usain Bolt, que el sábado 14 de diciembre corrió contra el colectivo 59 (?) .

Más allá de que todos los deportistas estuvieron en las villas porteñas de Cildáñez, Lugano, Soldati y Piletones brindando clínicas de tenis o de atletismo, el público debió pagar por la presencia de tan magnos personajes la suma de siete millones de pesos a las empresas que las trajeron al país, Fénix Entertainment Group (FEG), Imagen Deportiva S.A. y Hope Funds, de Diego Filkenstein y Marcelo Fígoli la primera y de Guillermo Marín y Enrique Blacksley las otras, respectivamente, que gestionaron la presencia de los deportistas para que vinieran a la Argentina, aunque no siempre para hacer las cosas que mejor hacen.

A Bolt y a las hermanas Williams las trajo la empresa Imagen Deportiva S.A., en tanto que Nadal y Djokovic fueron contratados por FEG. A su vez, a todos ellos les pagó el ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera.

El atleta Usain Bolt, el corredor más veloz del mundo, mostró también su rapidez para embolsar cheques: cobró cuatro millones de pesos para
ganarle una carrera de 100 metros a un colectivo de la Línea 59, para lo que le bastó ejecutar un desganado trote. Las hermanas Williams, en cambio, se llevaron sólo un millón de pesos.

Por su parte, el tenista español Rafael Nadal le costó al Estado porteño dos millones de pesos, por lo que se puede decir que los más
perjudicados fueron los patrocinantes de las dos hermanas Williams, que cobraron por dos unidades menos de lo que cobraron los demás por
unidad.

El 7 es para algunos el número de la suerte, indudablemente.

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