El vicepresidente segundo de la Cámara de Diputados, Ricardo Alfonsín, no se toma un respiro de su ajetreada agenda de campaña por toda la Provincia, en la que busca convencer a sus correligionarios a que lo voten este domingo como presidente del Comité Provincia, el órgano partidario más grande de la UCR.
“Son 730.000 los habilitados para votar, según el padrón del 2009 hecho por la Justicia Electoral”, explica el hijo del primer presidente de la restauración democrática. En una pausa antes de ingresar a un acto en Avellaneda (al que luego le seguirá un viaje relámpago a Mar del Plata), dialogó con Noticias Urbanas.
Consultado por las expectativas con respecto al comicio, Alfonsín cree posible un triunfo “basado en las encuestas que se hicieron sobre el padrón”, aunque “hay un 78% de desconocimiento (entre los afiliados) de que se realizará la votación”. “Si fuera obligatorio el voto, ganamos por amplio margen. Pero al no serlo, quien tenga mayor capacidad de movilización será el beneficiado. A ellos (sus oponentes) les conviene una interna con poca participación”, remarcó.
Frente al MoReNa, la corriente alfonsinista predominante hoy por hoy en la UCR provincial, Leopoldo Moreau logró articular una lista opositora liderada por el histórico dirigente Daniel Salvador. Aunque no cuentan con el prestigio de la mayoría de los radicales, el peso del “aparato” los hace aún un rival a respetar.
“Si ganara la otra lista, habría en el Comité una dirigencia con mirada condescendiente, complaciente con el kirchnerismo, una mirada que se silencia ante cosas que nunca puede dejar de denunciar un radical, como lo que hace el Gobierno con las provincias, o temas relacionados a la corrupción”, enfatizó Alfonsín, y recordó que Moreau comenzó a cambiar sus posiciones cuando perdió la interna en el partido allá por 2010.
El diputado también se refiere a los intentos de algunos de sus socios del Frente Amplio UNEN de concretar un gran acuerdo con el Pro de cara a 2015. “Si gana el MoReNa, se impone una visión de que no existe ninguna razón, incluyendo la electoral, del beneficio de una alianza con el macrismo. Sería una torpeza porque perderíamos muchísimos votos y a la hora de gobernar no nos podríamos poner de acuerdo con quienes representan un regreso a los ‘90”, sostuvo, y agregó que encuestas y focus groups que maneja la UCR enseñan que muchos votantes del FAU se fugarían ante el acercamiento con el Pro.
“Si en vez de representar una alternativa al gobierno, una alternativa socialdemócrata, nos mezclamos todos con todos, las encuestas dicen que se caería en intención de voto. No somos más de lo mismo y UNEN dejaría de representar a los que representa. No tiene gollete”, expresó.
Alfonsín vuelve a mostrarse autocrítico con respecto a la construcción del arco no peronista en la Provincia y dice que su “desafío será dar una alternativa en Buenos Aires, porque los principales problemas continúan como si nada pasara, y se ha retrocedido en muchos aspectos”.
“Es una obligación ofrecer una alternativa y nosotros, todos los de las fuerzas que pensamos parecido, no hemos sido capaces de articularnos y recobrar la confianza que perdimos en 2001. Y mientras tanto, el gobernador Scioli no es castigado por los que tienen la responsabilidad (en alusión a los medios) de hacer conocer lo que pasa verdaderamente con la Provincia”, concluyó.
Luego del comicio del domingo, Alfonsín se alista a impulsar la precandidatura a gobernador de su mano derecha y amigo, el diputado Miguel Bazze, quien fue el jefe de campaña del MoRena para estas internas.