Según informó la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA), el consumo de carne vacuna cayó un 4,1 por ciento en 2016 y se redujo a 57 kilos por persona, el nivel más bajo en los últimos cinco años. La disminución de la oferta y el importante aumento de precios, que durante el último año alcanzó un 40,8 por ciento, fueron las principales causas del abrupto descenso.
“El consumo cayó porque disminuyó la faena, la producción y aumentaron los precios”, explicó el titular de CICCRA, Miguel Schiariti. Si bien en diciembre subió un 10 por ciento frente al mismo mes del 2015, la faena total en los últimos 12 meses se ubicó en 11.804 millones de cabezas y quedó por debajo de los registros de los tres años anteriores, con un retroceso del 2,9 por ciento en relación al mismo período del año previo.
La producción en 2016 fue de 2.667 millones de toneladas y experimentó una caída del 2,2 por ciento interanual. La diferencia entre el retroceso de la faena y la producción se debe a que los productores decidieron retener hembras apostando a un mayor impulso en 2017, sin embargo los números parecieran no reflejar, hasta el momento, la mejora esperada.
Asimismo, la liberación del mercado cambiario y la eliminación de retenciones a las exportaciones impulsaron una suba del 10 por ciento en las ventas externas en 2016 respecto del año previo, hasta alcanzar 218.500 toneladas. A estos beneficios, se sumó la decisión del Gobierno, de aumentar los reintegros a las exportaciones.
