¿Sigue siendo la inclusión una deuda pendiente de las escuelas en CABA?

¿Sigue siendo la inclusión una deuda pendiente de las escuelas en CABA?

NU dialogó con funcionarios, legisladores, activistas y educadores sobre cómo se articula el sistema educativo para incluir al colectivo LGTIBQ+.


George Steiner, famoso filósofo británico contemporáneo, postuló el concepto de que todo aquello que no se nombra, no existe. Pero esta percepción de la realidad no es novedosa. Platón, discípulo de Aristóteles, fue el maestro del Idealismo. Esta corriente filosófica plantea que nada existe al menos que nuestra mente los perciba. Más de dos mil años después, esta teoría se sigue comprobando y todo aquello que desconocemos o, peor aún, negamos pareciera quedar exento del mundo.

Este es uno de los reclamos principales del colectivo LGTBIQ+ (gais, personas trans, bisexuales, intersexuales y queer). Especialmente, de los travestis, trans y no binarios. Tal como dice Camila Sosa Villada en su exitosa novela ˂Las Malas˃, “A las travestis no nos nombra nadie, salvo nosotras. El resto de la gente ignora nuestros nombres, usa el miso para todas: putos“. ¿Cómo hacer entonces para que estas realidades sean parte del mundo que todos compartimos? Desde la premisa de que la escuela es el lugar fundamental para concientizar y educar a las nuevas generaciones, Noticias Urbanas (NU) decidió investigar qué ocurre a nivel educativo en la Ciudad de Buenos Aires.

NU pudo conversar con la Gerencia Operativa de Equipos de Apoyo, dependiente de la Subsecretaría de Coordinación Pedagógica y Equidad Educativa del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según su testimonio, a partir de la Resolución sancionada en el año 2018, se puso en marcha “el circuito de intervención y acciones frente a las situaciones de discriminación basada en la orientación sexual identidad de género o su expresión”. Esto incluye actualizaciones de la currícula, tanto en el Nivel Inicial, como el Secundario, sobre temas de perspectiva de género. Asimismo, los docentes reciben capacitaciones gratuitas a través de las Escuelas de Maestros. Por otro lado, se llevan a cabo jornadas de Educación Sexual Integral (ESI) establecidas por la Agenda Educativa.

A pesar de estos avances, la oposición sostiene que todavía quedan muchos derechos por conquistar. En diálogo con NU, la legisladora porteña por el Frente de Todos (FdT), Laura Velasco, opinó que hoy, la educación en CABA en relación a la comunidad LGTIBQ+ está en retroceso. “No hay un presupuesto específico para la correcta aplicación de la ESI”, reclamó Velasco. “Hay jornadas, pero no es transversal. Necesitamos que la ESI sea un proyecto institucional. Es urgente y esencial que sea una política prioritaria en el Gobierno de la Ciudad y más después de 15 años desde la sanción de la Ley porteña 2.110 y la Nacional 26.150”, afirmó la legisladora.

NU tuvo la oportunidad de entrevistar a Karina Delgado, Directora del Primario del Arlene Fern, colegio líder en educación inclusiva. “La inclusión es el ADN de nuestra escuela”, sostuvo Delgado. “Hace 27 años, cuando se fundó, atendimos la discapacidad como diferencial. Con el paso del tiempo, el concepto de diversidad se adueñó de nuestros pilares filosóficos y hoy somos una escuela que trabaja el respeto por el otro”, afirmó la Directora. La escuela cuenta con un Departamento de Orientación al Estudiante y por la Coordinación del área de Inclusión que analiza cómo reducir la discriminación en temas de diversidad de familias, de cuerpos, de religión y de género. Además, los alumnos cuentan con una hora semanal en la que se reflexiona sobre este abanico de variables del sujeto y que es llevada a cabo por las actoras del DOE (psicóloga y psicopedagoga), como también médicos. “Si no es un trabajo colaborativo de todos los que pertenecemos a esta institución, se restringe la posibilidad de que los estudiantes vean también toma de posiciones distintas en relación a los adultos”, recalcó Delgado.

Una pieza fundamental de esta historia, son obviamente los protagonistas. Luciana Viera, Comunicadora y Activista del Colectivo Travesti Trans, conversó con NU e ilustró cómo es para una persona trans el ámbito escolar. “En mi caso, fue súper complejo”, sostuvo Viera sobre su experiencia en el colegio. “Yo soy de los noventas. Y en esa época, ni siquiera se hablaba de infancias trans. Ya era muy tabú hablar de orientación sexual, entonces aún más sobre identidad de género”, afirmó la Activista. En ese contexto, según Viera, los espacios educativos lejos de contener o visibilizar la situación, excluían. Para la activista, el pilar fundamental para derribar estos obstáculos es la información y la capacitación. “Siempre que vamos a dar una charla, nosotras decimos que no es necesario un manual para hablarnos. No somos extraterrestres. Somos trans. Hay una falta de empatía. Más allá de nuestra identidad de género, somos personas como cualquier otra”, sostuvo Viera.

Otro de los ejes de esta discusión, es el contenido de las currículas. La Gerencia Operativa de Equipos de Apoyo contó a NU que en el Nivel Inicial, se actualizó la currícula escolar en 2019 para salas de 4 y 5 y se abordan los diversos modelos de familia, como también el cambio de género. En el Secundario, se analiza el marco legal de las Leyes de Identidad de Género y la del Matrimonio Igualitario. No obstante, Viera sostiene que la temática de perspectiva de género no debe limitarse a la ESI. “Es fundamental que se trate en el resto de las materias”, afirmó la activista.  “Por ejemplo, veamos lo que ocurre en Biología. Siempre se habla del cuerpo de una mujer o de un hombre. Sería bueno hablar sobre cómo es el cuerpo de una mujer u hombre trans. No hablar de eso alimenta la exclusión. Porque justamente están diciendo que nuestros cuerpos son prohibidos”, recalcó Viera.

Otra de las polémicas que encierra este debate es el idioma inclusivo. En junio, mediante una nueva resolución del Ministerio de Educación, la Ciudad decidió regular la utilización de la e, x, @, etc. por parte de los docentes en las escuelas. El objetivo es ordenar el uso del lenguaje para facilitar el proceso de aprendizaje de los estudiantes, que se vio significativamente afectado por la pandemia. Para Velasco, lejos de ser una mejora en el sistema educativo, es un retroceso. “Esto nos parece muy grave porque el idioma inclusivo nos permite nombrar a personas no binarias. Esto, justamente, va en contra de la ESI y la Ley de Identidad de Género y de la propia Constitución de la Ciudad que establece a la perspectiva de género como garantía de los derechos humanos”, sostuvo Velasco a NU.

Viera explica que la regulación del idioma inclusivo implicó perder una conquista que les llevó mucho tiempo instaurar. Según la activista, regularlo o incluso prohibirlo invisibiliza a las infancias y adolescencias trans que, además de encontrar una identidad en el lenguaje inclusivo, encuentran un refugio. Por otro lado, se refirió también a la pérdida que implicó hacia adentro del colectivo trans. “Esto es algo que siempre me gusta aclarar: que formemos un colectivo no significa que todos vamos a estar de acuerdo en hablar en idioma inclusivo”, afirmó Viera. “Para ˂Las Adultas˃ —referentes del colectivo mayores de 40 años— fue algo difícil de asimilar. Pasaron tanto tiempo para ser reconocidas con el pronombre femenino que la “e” les generó una suerte de contradicción”, resumió Viera.

En este escenario, la integración de las personas del colectivo LGTIBQ+ en las escuelas no está completa. Afortunadamente, cada vez existen más establecimientos educativos donde la inclusión es el eje. Luciana Viera habló a NU sobre Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis, donde ella trabaja en el área de comunicación. “Es el primer bachillerato específico para trans, travesti y no binarios del mundo”, contó Viera. “Fue una palanca para todos aquellos que estaban excluidos del sistema educativo por su identidad de género y que, gracias a este tipo de establecimientos, pueden tener un título y seguir formándose”, afirmó la activista.

Además de estas instituciones, Karina Delgado del Arlene Fern, resalta la importancia de entender qué es la inclusión. “Si no se toma conciencia de parte de los educadores que vivimos en una sociedad de sistemas complejos estamos cayendo en una trampa”, apuntó Delgado. “No reconocer que cada sujeto ve la realidad desde su propia singularidad, es desconocer que todos/as tienen la posibilidad de que a partir de sus competencias, capacidades, habilidades puedan ser comunidad de aprendizajes”, agregó Delgado. De eso se trata la inclusión.

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