El gobierno de Axel Kicillof duplicó la entrega de alimentos secos, frescos y leche destinados a los sectores más vulnerables de la provincia de Buenos Aires ante la falta de entrega de mercadería para comedores y merenderos por parte del Gobierno Nacional. El dato surge de las estadísticas oficiales del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad a cargo de Andrés “Cuervo” Larroque. Si se toman los cuatro últimos años, el incremento es de casi el 180% y el 300%, respectivamente.
“Nación no envió a los municipios y a las organizaciones sociales ni un kilo de alimentos. Lo único que repartieron fueron los remanentes que le quedaron en los galpones y lo hicieron por orden judicial”, indicó Santiago Fidanza, subsecretario de Organización Comunitaria, y agregó: “Nación dice que está implementando un sistema de distribución directa a los comedores sin pasar por provincia. Si eso existe no lo tenemos comprobado, pero algo es seguro, los alimentos no llegan”.
De manera paralela, el gobierno bonaerense aumentó un 90% desde principio de año los importes mensuales destinados a los programas sociales y alimentarios destinados a las prestaciones del Servicio Alimentario Escolar (SAE), el Módulo Extraordinario para la Seguridad Alimentaria (MESA) y 15 programas sociales destinados a las infancias, juventudes, personas con discapacidad y personas mayores, entre otros.
“El Gobernador nos ha encomendado ser un escudo que proteja a los bonaerenses en este contexto de tanta agresión por parte de las políticas nacionales”, declaró el funcionario de Kicillof.
Desde enero de 2024, los municipios del conurbano bonaerense y el gobierno provincial decidieron reforzar la ayuda alimentaria entre la población más vulnerable por una mayor demanda de comida. A esa decisión se sumó un hecho clave: la falta de asistencia alimentaria a los comedores y merenderos desde la llegada de La Libertad Avanza a la Casa Rosada.
Sandra Pettovello, la ministra de Capital Humano, aseguró que ante la certeza de que la comida no llegaba a los comedores y que era utilizada por las organizaciones sociales y piqueteras para “extorsionar” a los beneficiarios de planes sociales, la asistencia sería “directa” a los “comedores verificados”, es decir, que “existen” a través de la tarjeta Alimentar Comunidad.
Movimientos sociales como el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), referenciado en Juan Grabois, denunció que cientos de comedores y merenderos “certificados” por el propio ministerio de Pettovello, no son asistidos por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, ex Ministerio de Desarrollo Social.
Señor Presidente @JMilei: en primer lugar, no eliminaron ningún intermediario: solo multiplicaron los pobres e indigentes. No resolvieron ningún problema, solo buscan sustituir a las organizaciones intermedias – parte vital de una democracia real – por los narcos, suscriptores… https://t.co/P0vtqracQi pic.twitter.com/CDHp7hemyA
— Juan Grabois (@JuanGrabois) September 3, 2024
Los números
El aumento de la pobreza, la indigencia y la merma de la asistencia alimentaria de Nación catalizó al gobierno de Kicillof a que entre 2020 y 2024 los alimentos a los comedores asciendan de 24.167.000 kilos a 67.026 kilos, esto es un incremento del 179%.
El suministro de leche aumentó aún más. Pasó de 2.301.000 kilos a 9.060.582, lo que representa un 294% más.
La inversión presupuestaria proyectada para todo el 2024 en los programas Servicio Alimentario Escolar y el Módulo Extraordinario para la Seguridad Alimentaria trepó de $594.748 millones.
La denunciada falta de asistencia por parte del ministerio de Pettovello y el aumento de familias que se acercan a los comedores comunitarios están atravesados por los altísimos índices de pobreza e indigencia publicados por el INDEC, los más altos de los últimos 20 años. La pobreza alcanzó al 52,9% de la población, un incremento de 12,8 puntos porcentuales respecto a los datos del mismo período de 2023 (40,1%).
Además, la indigencia prácticamente se duplicó en un año: pasó del 9,3% en el primer semestre de 2023 al 18,1% en los primeros 6 meses de este año. Si se proyectan los datos de la Encuesta Permanente de Hogares a todo el país, casi 25 millones de personas son pobres (6 millones más que en el segundo semestre de 2023), de las cuales 8,5 millones son indigentes.