El freno judicial al peaje extra que se le había impuesto a los camiones está teniendo efectos en el tránsito. Desde que un juez suspendió el cobró de $ 185 en hora pico en las autopistas de acceso a la Ciudad, la cantidad de vehículos pesados aumentó un 50% en las autopistas de acceso a la Ciudad.
Según informaron en AUSA, que controla las autopistas porteñas, durante marzo, mientras se cobraba el peaje extra, circulaban unos 270 camiones por día en promedio, mientras que desde que se suspendió esa carga la cantidad aumentó a 400 por día. Si bien en AUSA nunca dejaron de cobrar los $ 185, porque la medida judicial abarca sólo a los accesos a la Ciudad y no a las autopistas internas, las vías porteñas reciben casi todo el tránsito pesado que llega por las otras autopistas desde el Conurbano en la hora pico.
Todo comenzó en febrero, cuando el Gobierno nacional dispuso el programa “Hora pico sin camiones”, por el cual los vehículos pesados tenían que pagar el plus si pretendían ingresar a Buenos Aires entre las 7 y las 10 de la mañana, y también en el horario de salida hacia Provincia entre las 17 y las 20. Esta medida regía para la Panamericana, la Autopista del Oeste y la Riccheri. Tras esto decidió sumarse AUSA, que cobra los peajes de la Illia, la Perito Moreno y la 25 de Mayo. El Gobierno provincial había prometido hacer lo mismo con la Buenos Aires-La Plata, pero nunca lo concretó.
El anuncio había sido hecho por el ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo, quien entonces lo justificó afirmando que los camiones significaban el 4,4% del total de vehículos que circulaban por el área metropolitana pero causaban el 16% de los choques y el 26% de los muertos en accidentes. Además, la medida tendía a liberar más espacio para la circulación de autos particulares en los horarios de más tránsito.
La medida estaba probando su efectividad: en la Nación aseguraban que la circulación de camiones había bajado hasta un 70% en horas pico. De hecho, mientras duró se estaba empezando a ver cotidianamente como los camiones formaban filas en las banquinas de la Panamericana y los otros accesos esperando que se terminara el horario pico para entrar a la Ciudad. En AUSA, por ejemplo, habían detectado que, del total de camiones que entraba a la Capital Federal por día, sólo el 5% lo estaba haciendo en las horas pico, cuando antes del recargo era el 12%.
Pero entonces llegó el volantazo judicial. El juez federal en lo contencioso administrativo Pablo Cayssials firmó el 19 de marzo una medida cautelar para suspender el cobro de los $ 185 durante tres meses. Y así, aunque el plus se paga en las autopistas porteñas, ya no se abona en los otros accesos.
Ese recurso había sido presentado por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), que desde el primer momento se opuso a la medida. El argumento principal es que el peaje extra no es una tasa, porque no se paga a cambio de un servicio directo de parte del Estado, sino de un impuesto, que por lo tanto debería haber sido aprobado por el Congreso Nacional y no por una medida del Ejecutivo. De hecho, FADEEAC había presentado un recurso similar en la Ciudad, pero fue rechazado por la Justicia porteña, por eso AUSA puede seguir cobrando el plus.
La decisión del juez Cayssials cayó muy mal en el Gobierno nacional. El ministro Randazzo lo acusó de “falta de sentido común” y de “favorecer a un pequeño grupo de empresarios”. El propio Pablo Moyano, titular del gremio de Camioneros, había calificado al peaje extra como una medida “acertada para evitar accidentes ”, aunque aclaró que debía haber sido una medida consensuada y no unilateral.