El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, está convencido que Máximo Kirchner no acepta que el liderazgo peronista le corresponde a él. En la vereda de enfrente de la interna peronista, el diputado y líder de La Cámpora explota de bronca cuando considera que el mandatario pisa la gestión que pueda pertenecer a su organización con entrega de presupuesto por goteo.
Más aún cuando al hijo de Cristina Kirchner le avisan que en los distritos que gobierna “la orga”, el mandatario provincial deja armar líneas internas para disputar el poder.
En un escenario de desconfianza mutua, Kicillof y Kirchner deben convivir. Pero el contexto ya no es el de 2023. No existe el acompañamiento del Estado nacional para la gestión bonaerense: la provincia estima en más de un billón de pesos el ajuste que el presidente Javier Milei decidió sobre sus arcas. Así las cosas, el vínculo entre los camporistas y los funcionarios que responden al gobernador están en un pésimo momento.
Posturas para la foto
En medio de la disputa pública entre el gobernador bonaerense y el diputado hay una discusión por la estrategia a tomar de cara al 2025 y (aunque todavía falte mucho) el 2027. La discusión por estas horas en la interna peronista es sobre cómo resolver los liderazgos.
Hay quienes consideran que necesitan una lista de unidad para enfrentar a Milei y otros que plantean la necesidad de resolver a través de la elección de los afiliados quienes deben conducir al movimiento. Los dos caminos tienen riesgos.
La convivencia forzada demostró una falta de gestión plasmada en el Frente de Todos. Pero la interna extendida en el tiempo puede perjudicar a todas las tribus peronistas ya que el Gobierno juega con la caja del Estado y hasta el Pro y la Unión Cívica Radical parecen resolver los problemas de representatividad con más celeridad que el PJ.
“Axel necesita que se discuta hacia adelante. El escenario es horrible para gestionar una provincia que estructuralmente está quebrada y encima tenés un Presidente que lo va a asfixiar. Entonces hay que mostrar un futuro. Poco del presente”, sentenció un armador del gobernador que ya recorre el interior bonaerense para las legislativas.
Del lado camporista esperan a que finalmente haya una reunión entre Axel y Máximo para llegar a un acuerdo. “No sirve de nada internas abiertas frente a todos. Somos noticia por las peleas en lugar de enfrentar a Milei”, se quejó un diputado provincial.
De qué lado está Massa
El titular del Frente Renovador (FR) romperá el silencio en agosto para presentar su libro. No estuvo en el acto de San Vicente y tampoco permitió que sus dirigentes asomaran la cabeza. Ni el ministro de Transporte, Jorge D’Onofrio.
“No queríamos quedar en la foto de la interna. La gente está agotada de eso. Perdimos en parte por todo lo que vivimos entre Alberto y Cristina. Hay que aflojar”, apuntó un senador massista. Por ahora evitan la foto junto a los que oficialmente están dentro del PJ.
