El massismo bonaerense está que arde. Tras la fuga del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, hacia el macrismo y el retorno del jefe comunal de Escobar, Sandro Guzmán, a las filas del Frente para la Victoria, crece en el Frente Renovador la idea de que hace falta hacer un replanteo que, de mínima, permita evitar más deserciones.
Incluso, el alcalde de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, salió a proponer que Sergio Massa se sume a la PASO opositora que integran el líder del PRO, Mauricio Macri; el titular de la UCR, Ernesto Sanz y la jefa de Coalición Cívica, Elisa Carrió.
Sin embargo, Felipe Solá, uno de los precandidatos a gobernador de la Provincia que tiene el espacio no parece estar de acuerdo con ello. Y, en duros términos, cuestionó a quienes abandonaron el Frente Renovador.
“Todo general en jefe antes de una batalla -y faltan muchas- dice que es mejor que se vayan ahora. Que queden pocos pero bien montados”, arremetió el diputado. A lo que añadió: “Eso de andar buscando el mejor madero para que la rata avance eso es huir como rata por tirante”.
Asimismo, en declaraciones a radio América, Solá aseveró que “algunos muchachos intendentes, por un bizcocho, matan a la vieja”. Lo que consideró “una variante muy porteña y exitista”. Al tiempo que recordó: “Falta mucho para las elecciones. En agosto de 2002, Adolfo Rodríguez Saá iba primero cómodo y después, todo salió al revés, y llegó cuarto”.