Los pequeños y medianos empresarios manufactureros presentan serias dificultades para pagar el bono de 2.000 pesos de fin de año.
Según un relevamiento realizado por CAME el 24 y 25 de octubre entre 350 industrias pymes del país, sólo el 37,4 por ciento decidió pagar el bono, mientras que el 42,3 por ciento ya decidió no pagarlo y el 20 por ciento restante está evaluando la situación.
Si bien casi el 90 por ciento de las empresas relevadas desearían pagar el beneficio para mejorar la situación de ingresos de sus empleados y recompensar el esfuerzo del trabajador, pocas pueden hacerlo. Los principales motivos manifestados son:
-La paralización de las ventas que frenó la producción. Esto se nota sobre todo en empresas pymes de sectores como máquinas y herramientas, material de transporte, calzados o textiles que vienen muy afectadas por la coyuntura.
-Incrementos muy fuertes y de impacto en las tarifas de servicios públicos que las dejó sin resto financiero ni liquidez.
-El aumento en los costos generales de las industrias que no está pudiendo ser trasladado a los precios por la baja de ventas. Efectivamente, sólo el 20 por ciento promedio de las subas de costos se incorpora al precio de venta. Por otra parte, el 73 por ciento de las industrias con aumentos de costos no realiza ningún traslado, e incluso el 10 por ciento baja los precios para poder vender, lo que debilita su rentabilidad.
-El aumento en las importaciones en algunos sectores que está causando un impacto más fuerte del que por sí provoca la baja de ventas. Así lo manifestaron desde sectores como calzado, juguetes, textiles, electrónica, etc.
-Incremento en la presión fiscal y la intensificación, en los últimos meses, de los controles y sanciones desde la AFIP y los organismos tributarios provinciales o municipales, que obligó a las fábricas a destinar la liquidez a cancelar deudas o cumplir con normativas a veces poco oportunas para el momento (por ejemplo, salidas de emergencias en locales pequeños a la calle), a fin de que no les clausuren el establecimiento.
-Demoras en los pagos de clientes, e incremento en los cheques rechazados que restringen las posibilidades de disponer de fondos para el bono.
-Algunas empresas realizaron arreglos previos al bono con los empleados o firmaron convenios, como en el sector comercio, por aumentos. Por ese motivo, no estarían dando el bono.