El ministro de Justicia, Martín Soria, se justificó en declaraciones a C5N por haber tardado más de ocho meses en concretar una visita institucional a la cúpula del Poder Judicial y fundamentó su ausencia en que: “Lo conté públicamente y apenas empezamos la reunión les recordé a los ministros de la Corte que apenas asumí me había comprometido a reunirme, pero a las pocas semanas surgió la causa de la Mesa Judicial (…) y se conoció que ‘Pepín’ Rodríguez Simón tenía 80 llamados con quién dejara de ser presidente de esta Corte Suprema Carlos Rosenkrantz”.
El funcionario sostuvo que haber asistido antes, durante la presidencia del ministro Rosenkrantz, habría legitimado las conductas el propio cortesano y del ex asesor macrista prófugo en Uruguay.
Pero la explicación generó más dudas que certezas, ya que el cortesano apuntado dejó la presidencia pero continúa como vicepresidente del cuerpo. Y sobre los llamados con Rodríguez Simón, en el Gobierno tampoco quedaron conformes con las explicaciones que dio en la Justicia.
Rosenkrantz fue llamado a declarar como testigo por la jueza María Servini en la causa que investiga las supuestas presiones del macrismo a los dueños del Grupo Indalo. Fue a partir del resultado de un informe que le había pedido la magistrada a la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco): el ministro supremo había tenido 59 llamados con Rodríguez Simón entre el 1° de enero de 2016 y el 31 de agosto de 2019, es decir, durante la presidencia de Mauricio Macri.
Por escrito Rosenkrantz le dijo a la jueza a inicios de septiembre pasado que las llamadas fueron a causa de cuestiones personales y que en ningún momento hablaron del Grupo Indalo. Ratificó, horas más tarde en TN, que con Rodríguez Simón eran amigos y que los llamados existieron “aunque nunca hablé de esas causas”.
Luego de esas declaraciones, unos días más tarde, el ministro Horacio Rosatti fue elegido como presidente de la Corte y el propio Rosenkrantz como vicepresidente. Vale recordar que ello ocurrió gracias a los autovotos de ambos, algo que también fue criticado por Soria en la reunión del martes y que se encargó de difundir minutos después en un comunicado.
Según el diario Perfil, lo que queda claro luego de la visita es que Soria esperó y fue con los tapones de punta contra la Corte en general y contra Rosenkrantz en particular. El ministro asumió, juntó elementos de crítica, pidió una audiencia y los manifestó ante la atención de los supremos. No había terminado de salir del edificio de la calle Talcahuano que su equipo del Ministerio de Justicia ya difundía en los medios sus reclamos y críticas a los ministros.
Por su lado la Corte sólo se limitó a publicar tres líneas de texto sobre el encuentro con el ministro y una foto. Ahí, al único que se lo ve con expresión distendida es a Ricardo Lorenzetti, el ministro que salió ileso de la primera visita institucional a pesar de estar en la mira del kirchnerismo.