La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires ha realizado en estos días un análisis comparativo de la evolución de las tarifas del subterráneo porteño y algunos indicadores de precios y salarios relativos al período que va de 1998 a 2012, tales como el índice de precios implícitos en el PBI creciente; el índice de precios al consumidor (Indec –1998/2006– y Precios Consumidor elaborado por la provincia de Santa Fe para el período 2007/2012); Índice de Precios al Consumidor (Indec 1998/2012), y la remuneración promedio de los trabajadores registrados del sector privado de la Ciudad de Buenos Aires por todo concepto.
En el período bajo análisis, el incremento de la tarifa de subterráneo ha sido del 400 por ciento, es decir, de 0,50 a 2,50 pesos, mientras que los indicadores elegidos para la comparación superan este incremento. Ese es, justamente, el hallazgo del estudio de la Defensoría.
En ese sentido, según el estudio realizado por el organismo porteño, la evolución promedio de la percepción de los trabajadores porteños registrados en el sector privado fue de un 564,34 por ciento y, por otro lado, por caso, el indicador que combina la variación del Índice de Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, de 1998 a 2006, y el elaborado por la provincia de Santa Fe, alcanza el 673,4 por ciento. A todas luces, por los datos expuestos, el precio de un viaje en subte, si bien, como se detalló, fue subiendo en los últimos años, no lo hizo a la par –o al mismo ritmo– que los sueldos y, en líneas generales, el común de los bienes y servicios. De este modo, de tomar el índice de precios combinado (Indec y Santa Fe), el valor del pasaje en subte alcanzaría los 3,82 pesos. Sí, casi 4 pesos. Nada más ni nada menos.
Para Bodart, hay que reestatizar
El legislador de MST en Movimiento Proyecto Sur, Alejandro Bodart, refiere respecto al tema subterráneos, siempre en el foco del debate de la política local que este “es un momento para recuperar los trenes, los subtes, los recursos naturales.
Y eso lo tiene que hacer una fuerza que no tenga nada que ver con el pasado y se construya sobre bases nuevas”. Además de los problemas de envergadura nacional, entiende Bodart, “la Ciudad tiene sus problemas específicos”.
Uno central es, para el diputado, el transporte. Afirma: “No se puede seguir sin recuperar para el estado el servicio de subterráneos, sin ponerlo bajo control social. Pero para que esa política tenga efecto, también hay que recuperar los trenes e interconectarlos. Hay tres millones de bonaerensesque vienen diariamente a la Ciudad. Acá se tienen que involucrar el gobierno nacional, el de provincia de Buenos Aires y el de la Ciudad. Pero todo tiene que partir de reestatizar.
Hay que terminar con esta política de los metrobuses que nos hace retroceder y no apostar al sistema ferroviario. Por eso yo he propuesto –además de extender las líneas de subte e interconectarlas con los trenes– una política de desarrollar los premetros. Son más baratos, no contaminan y duran más tiempo”.
Entre la Línea A y el Metrobus
Embarcado hasta principios de marzo, según los plazos previstos, en la puesta a punto de la Línea A, que actualmente circula desde la estación Carabobo a Plaza de Mayo, bajo la Avenida Rivadavia, por estos días, en materia de tránsito y transporte, el Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri y el Jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta, se concentran además, en la defensa del proyecto de Metrobus en la 9 de julio, que ya bastante polémica lleva desatada.
“Hace más de un año demostramos que crear vías exclusivas para colectivos produce un efecto positivo en el tránsito; que mejora la vida de los pasajeros de transporte público que deben cruzar la Ciudad. Eso es el Metrobus de Juan B. Justo. Ese recorrido, de Liniers a Pacífico, se hace en menos tiempo que en auto”, explicó recientemente, con mucho entusiasmo, Mauricio Macri.
“Ahora encaramos una solución para la Avenida 9 de Julio, un Metrobus como el de Juan B. Justo pero que cruzará de punta a punta la avenida más ancha del mundo. El cambio requiere que transplantemos los árboles que ocupaban el centro de la avenida -no los talamos, no los matamos, solo los reubicamos en lugares adecuados con la supervisión de especialistas en botánica para que sigan tan vivos como ahora. Y además, vamos a plantar otros 550 árboles. En total habrá 1854 en toda la avenida, en una ubicación pensada para esta nueva ciudad del siglo XXI, que crece en vehículos y en gente, pero no en calles”, expresó.
El líder del PRO aseguró a su vez que su gestión es la que hizo “más cosas por producir un cambio verde, que alienta todas las formas de sustentabilidad, que procura crear una nueva inteligencia en las calles y medios de transporte, que faciliten los desplazamientos y reduzca el número de autos, de contaminación y hasta de accidentes”.