Las primarias para elegir el candidato presidencial demócrata recién dieron sus primeros pasos. Se votó en 4 estados y se eligieron 155 delegados. Lo suficiente para dejar algunos indicios y víctimas: en los últimos tres días se bajaron de la competencia Pete Buttigieg, Tom Steyer y Amy Klobuchar. Pero fue apenas una antesala de lo que ocurrirá este martes, cuando tenga lugar la jornada más decisiva de todo el proceso.
En un solo día se repartirán 1.357 delegados, 34% de los 3.979 que se eligen en total. Van a las urnas los habitantes de 14 estados (Alabama, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont y Virginia), un territorio de ultramar no incorporado (Samoa Americana) y los demócratas que viven en el exterior. Es más del 40% de la población estadounidense.
Por eso, se lo conoce como Supermartes. Desde 1976, todas las elecciones primarias tienen un día que concentra más jurisdicciones y delegados que los demás. Pero hay años en los que es más súper que otros, ya que los estados van cambiando la fecha en la que votan de un ciclo electoral a otro. Por ejemplo, en 2016 los demócratas eligieron 880 delegados en 12 estados, bastante menos que ahora.
En cualquier caso, el resultado del Supermartes suele ser definitorio. Por más que la mayor parte de los distritos queden pendientes para las semanas y los meses siguientes, las expectativas se acomodan a partir de lo que sucede ese día. Desde 1984, 17 de los 18 precandidatos que ganaron el Supermartes de cada partido terminaron quedándose con la nominación.