El presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, Federico Sturzenneger, que además es uno de los referentes del equipo económico del Pro, admitió que, en el caso de ganar Mauricio Macri las elecciones presidenciales en 2015, aplicaría una devaluación sobre la moneda argentina de un 40 por ciento.
“Me parece que el tipo de cambio tiene que volver a generar rentabilidad para que las empresas exportadoras puedan salir a contratar”, sostuvo ayer en el canal América 24. Y agregó: “Eso implica que el tipo de cambio vaya acomodándose, lo cual no quiere decir que vaya a ser de manera catastrófica. El tipo de cambio actual está tremendamente apreciado”.
En realidad, el presagio de Sturzenneger es una vieja aspiración de una sector del empresariado argentino, en especial, del que está relacionado con los mercados
internacionales. Afectados por el precio de la divisa, los empresarios que operan en estos sectores suelen protestar por el atraso cambiario.
“El problema de fondo es que el dólar está barato, está atrasado. Es lo único que no subió al ritmo de los precios. Los precios crecen, por año, al 25 por ciento, y el tipo de
cambio al 6 o al 7 por ciento. Tenés inflación en dólares, y eso sólo se puede aguantar uno o dos años”, señaló el economista opositor.
Sturzenneger minimizó los problemas que podría acarrear la depreciación del billete estadounidense en esos valores cuando señaló que “no es ninguna cosa catastrófica, ni mucho menos”. Pieza importante del equipo de eonomistas del Pro, el actual presidente del banco estatal porteño ocuparía posiblemente un lugar importante en la Secretaría de Hacienda si Macri resultara elegido para la primera magistratura, de ahí la importancia de su testimonio.