Mientras continúa la medida de fuerza de subte en la Línea H, un paro que rige desde primeras horas de la mañana de este lunes, las máquinas automáticas para recargar la tarjeta SUBE llegaron al transporte. En la estación Hospitales, el Gobierno porteño instaló los tres primeros dispositivos tecnológicos para que los usuarios se autoabastezcan. En lo que resta del año se colocarán otras 23 terminales en las seis líneas del servicio.
De esta manera, cada usuario deberá colocar el billete que desea cargar y acercar la tarjeta a un lector. Segundos después, el nuevo saldo se visualizará en la pantalla de la máquina.
El plan de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), a cargo del control de la concesión, es equipar toda la línea H, en virtud de que es la extensión más nueva. Luego pretende continuar con las estaciones que se estrenarán próximamente, como Echeverría y Rosas, de la línea B, y San Pedrito y Flores, de la línea A.
“El objetivo es mejorar la experiencia del usuario y brindar la mayor cantidad de beneficios posible”, dijo el presidente de la entidad, Juan Pablo Piccardo en declaraciones a La Nación.
Cada máquina le cuesta al Gobierno porteño 65.000 pesos. Los primeros días, promotores les enseñarán su utilización a los usuarios. Y antes de fin de año, en la línea H, se colocarán dos unidades en la estación Corrientes, dos en Humberto I y en Hospitales, y una en las estaciones Inclán, Caseros y Parque Patricios. Además, en la línea A habrá tres máquinas en la estación San Pedrito y otras tres en Flores, de gran caudal de pasajeros por las líneas de colectivos y tren que confluyen en esa zona.
Por su parte, en la línea B se colocarán seis máquinas en la estación Rosas, que será cabecera de doble vestíbulo, y una en Echeverría.
Estos dispositivos electrónicos, pintados de amarillo, estarán ubicados en lugares convenientes para facilitar el flujo en la estación. Además de permitir la carga con efectivo, entregarán un ticket como comprobante para garantizar la transparencia y la seguridad de la transacción económica.
En principio, los boleteros continuarán cargando la tarjeta SUBE, tal como ocurre hoy en la estación Hospitales de la línea H, donde ya se instalaron tres máquinas. Sin embargo, los empleados ya les sugieren a los usuarios que pueden evitar la fila y ganar tiempo si cargan la tarjeta en los lectores automáticos.
En septiembre de 2011 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuestionó a los boleteros del subte que se negaban a cargar la SUBE por la tendinitis que, aparentemente, les producía el movimiento de sus brazos. Ahora, con la instalación de estos dispositivos, los empleados de la red tendrán menos demanda detrás de las ventanillas.