La candidata porteña, María Rosa Muiños, que busca renovar su banca, remarcó que la conformación del Congreso que surgirá tras la elección de octubre definirá los próximos dos años en la Argentina. A nivel local, criticó a Rodríguez Larreta por el manejo de la obra pública y sostuvo que Carrió cosecha muchos votos porque se vende como oficialista y opositora al mismo tiempo.
María Rosa Muiños es legisladora porteña, jefa del Bloque Peronista y este año busca renovar su banca en la lista de Unidad Porteña, que encabeza Mariano Recalde. En esta entrevista destaca que el peronismo haya recuperado el segundo lugar en las últimas elecciones primarias y adjudica el amplio triunfo de Vamos Juntos, principalmente, a la presencia de Elisa Carrió como cabeza de lista, porque “actúa como oficialista y opositora al mismo tiempo”. Mientras tanto, cuestiona con dureza al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a quien le critica el planeamiento del desarrollo urbano en la Ciudad. Sobre los casos de corrupción ocurridos en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, afirma que fueron consecuencia de una normativa deficiente y de la falta de órganos de control del Estado, sobre todo, en el manejo de la obra pública. “Cristina no nombró al defensor del Pueblo de la Nación, y Macri prometió ese tema en campaña pero tampoco lo está haciendo.”
–¿Por qué creen que obtuvieron el segundo puesto y Cambiemos arrasó con el 50 por ciento en las PASO?
–Nosotros creemos que nos fue muy bien en la Ciudad porque recuperamos el segundo lugar y en la anterior elección habíamos salido terceros. Somos muy optimistas y estamos contentos con el resultado. La pregunta sería por qué le fue tan bien a Cambiemos. Este año han tenido una habilidad en la conformación de las listas: al tener a Carrió encabezando los candidatos a diputados están vendiendo un armado que puede ser al mismo tiempo oficialista y opositor. Lilita está identificada para gran parte del electorado como una suerte de fiscal que observa y va hasta las últimas consecuencias cuando considera que en el Gobierno se cometen errores o hay políticas contradictorias con el cambio.
–¿El hecho de que esté Carrió en la lista es el único motivo por el que sacaron el 50 por ciento?
–No, obviamente; el Pro gobierna esta ciudad desde hace diez años. No es una sola razón por la que la gente elige un partido electoral u otro. Es una conjunción de razones. Seguramente hay mucha gente que quiere darle una oportunidad al Gobierno, gente que seguramente acompañó con su voto en 2015 entendiendo que dos años es poco tiempo para hacer un seguimiento de la marcha de la economía. Y puede ser que voten porque están de acuerdo con la gestión que hacen en la Ciudad también. Pero me parece que lo que más pesa en este armado de lista es que lograron poner como cabeza a una persona que representa de la misma forma al oficialismo y al control dentro del oficialismo.
–¿Por qué dice que Larreta no tiene un buen planeamiento urbano?
–Uno de los datos de la realidad es que estas empresas, obras, infraestructuras que se están encarando en la Ciudad, por ejemplo para alivianar el tránsito, aunque hay otras que son grandes construcciones dirigidas a un público ABC1, no están encaradas ni siquiera por un mismo ministerio. No tenés las iniciativas concentradas en Desarrollo Urbano. Tenés mucha intromisión de la Nación, a través de la Agencia de Bienes del Estado, que está disponiendo de tierras dándoselas a privados. La Ciudad no está interviniendo en el planeamiento. La Ciudad no dice qué se necesita hacer en esas tierras según el barrio, las dimensiones de la tierra y la infraestructura que hay. Por otro lado, tenés algunas obras que nosotros vemos como correctas, como todo lo que hace a la movilidad, al tránsito, al transporte, que se hace en conjunción con la Nación. Pero hablamos de una Ciudad que tiene un presupuesto de 180 mil millones de pesos y tiene que salir a buscar créditos, se endeuda y, al mismo tiempo, vende tierras. Y no encontramos todavía cuál es el costo final de cada una de estas obras. Para la urbanización de la Villa 31 se han votado varias leyes que hacen al financiamiento de las obras, y no tenemos una cuenta final. La verdad es que hoy, de esa urbanización, no se ve mucho. Hacen algunas obras de infraestructura que no se condicen con el capital que se supone que tienen que invertir.
–Su campaña en Twitter es similar a la del Pro. ¿Tomó de allí alguna idea?
–Personalmente, a mí me hubiera gustado encarar este tipo de campaña mucho antes. Me parece que lo que les pasa a muchos partidos políticos es que cuando ven que el otro, el oponente, hace carne de un recurso, tratan de no usarlo. Yo creo lo contrario. Si te ponés a fijar en diferencias y similitudes vas a encontrarlas con el Pro y con Evolución. Y hay cosas que ellos dicen que nosotros venimos diciendo desde hace años. Si vos dejás que una fuerza política se apropie de su discurso o de su imagen o de su forma de hacer las cosas, estás resignando una herramienta. Y la verdad es que no me gusta resignar herramientas.
–¿Cree que no fue efectivo el mensaje basado en la economía en la Provincia?
–Es el discurso adecuado, porque es básicamente lo que nos llevó a construir en nuestro caso Unidad Porteña y, en la Provincia, Unidad Ciudadana. Entender que más allá de los cuestionamientos generales que podemos hacer, en nuestro caso a la política del Gobierno de la Ciudad, hoy lo que se vota es la conformación del Congreso y las legislaturas de acá a los próximos dos años, hasta el término del mandato de Mauricio Macri. Y nosotros tenemos que lograr la cantidad de diputados suficiente para no permitir que se aprueben leyes que dirijan el ajuste a los de siempre, es decir, la clase media y trabajadora. Al contrario, tener propuestas que hagan al crecimiento de la Nación pero sin que el ajuste se vuelque a la clase media y a la clase trabajadora. Las otras oposiciones, por lo menos por la experiencia de las PASO, no están llegando al piso para colocar diputados y senadores. Por eso creemos que el voto concentrado en Unidad Porteña hace que el sufragio opositor vaya a algún lugar donde va a tener un resultado concreto, porque se va a traducir en bancas.
–¿Boudou, De Vido, etcétera, fueron casos aislados o fueron parte de una matriz de corrupción organizada desde la cúpula del gobierno anterior?
–Yo creo que el Estado argentino tiene un problema de norma. Hay que darle una norma para que esto no pueda pasar. Todo lo que concierne a la obra pública está armado de tal forma que está pensado para la corrupción. En el gobierno de Cristina, en el de Menem y así sucesivamente. Nuestros legisladores tienen que pensar no solo en la mejora de los organismos de control, el Ejecutivo tiene el deber, por ejemplo, de nombrar al defensor del Pueblo de la Nación. Cristina no lo hizo y Macri prometió ese tema en campaña pero tampoco lo está haciendo. Hay que tener organismos de control que controlen, más eficientes. Y reestructurar la norma que rige todas las cuestiones donde el Estado usa dinero, donde el Estado puede llegar a tener discrecionalidad financiera. Eso hay que modificarlo. La forma de acceso, quiénes acceden y cómo. Cuáles son los requisitos. Cuáles son las previsiones, todo esto tiene que estar establecido en una norma única.
En primer plano
• Un lugar. San Telmo.
• Un restaurante. El Banco Rojo.
• Una comida. Hamburguesa completa con papas fritas.
• Un personaje histórico. Juan Domingo Perón.
• Un libro. Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.
• Una película. Esperando la carroza, de Alejandro Doria.
