La tensión en la transición entre el gobierno de Cristina Kirchner y Mauricio Macri es tal, que ni siquiera han podido llegar a un acuerdo en lo que respecta al traspaso de mando.
Mientras la gente de Cambiemos pretendía que la jura fuera en el Congreso y la entrega de los atributos presidenciales en la Casa Rosada, lo cual llegó a ser confirmado por Emilio Monzó, futuro titular de la Cámara baja, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, lo descartó de cuajo. “No puede ser en la Casa de Gobierno, no lo dice la ley; con todo respecto, no puede ser en Barrio Parque”, ironizó el funcionario.
En ese sentido, Fernández apuntó: “Ante el Congreso reunido en asamblea, no solamente jura sino que en el mismo momento le entrega los atributos”, y sentenció: “Para nosotros es un tema cerrado”.
Las diferencias radican en que, en Cambiemos preferían la sede de Balcarce 50 para evitar la concentración de barras kirchneristas, las cuales promete coparle el acto al nuevo presidente.
Por otra parte, el jefe de Ministros desestimó la posibilidad de que el 10 de diciembre se produzca un choque de militantes. “No tiene por qué cruzarse ni haber conflictos, que nadie los busca; hay que hacer las cosas de la mejor manera posible”, sostuvo durante su habitual contacto con la prensa.