A raíz de las denuncias de los vecinos por el manejo de la recolección de residuos, el auditor general de la Ciudad por Unión por la Patria (UP), Lisandro Teszkiewicz, reveló un informe de la Auditoría General porteña en el que se alerta sobe diversas irregularidades en los contratos de basura en la Dirección General de Limpieza del GCBA (DGLIM), en los que se evidencian “fallos significativos en la ejecución y administración de estos contratos”.
La DGLIM, dependiente del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, es responsable de la planificación y el control del saneamiento urbano en la Ciudad. Su labor incluye la supervisión de la recolección de residuos sólidos urbanos, tanto húmedos como secos. En este contexto, se lleva a cabo la Licitación Pública Nacional e Internacional No 997/2013, uno de los procesos licitatorios de mayor envergadura de la Ciudad que en el año auditado significó la suma de más de 24 mil millones de pesos.
En el informe también se sostiene que “la gestión de la DGLIM y las empresas tercerizadas que brindan los servicios de recolección, barrido y limpieza de las calles, carece de organización” y también detectó que “la administración de los recursos fue desprolija y existen inconsistencias en los montos certificados por las contratistas ya valores de contrato”.
Además, se imputaron gastos ajenos a la licitación pública por más de 280 millones de pesos en el programa Servicios de Higiene Urbana. En ese sentido, Teszkiewicz aseveró que “el Gobierno pagó parte de los salarios de operarios de las contratistas, provisión, reposición de contenedores, entre otras cosas que debían ser pagados por las empresas, y no con la plata de los impuestos de los y las vecinas de la Ciudad”.
El informe, además, revela inconsistencias en la información proporcionada respecto a los inventarios de la flota automotriz y equipos afectados al Servicio Público de Higiene Urbana. Asimismo, parte de la flota destinada exceden los años de antigüedad previstos. Tampoco se hicieron licitaciones para la incorporación de contenedores para recolectar residuos sólidos.
Del texto también se desprende que el 52% de los reclamos relacionados con el Servicio Público de Higiene Urbana no fueron resueltos en los plazos estipulados y los datos de los informes de gestión no son homogéneos, lo que impide la comparación entre distintos meses de una misma empresa como con las demás prestatarias.
En ese sentido, la auditoria agregó que “resulta importante destacar que se han producido hechos de significativa importancia que alteraron el contrato, tanto en forma cualitativa, como cuantitativa” sin que la existencia de circunstancias que lo ameriten se refleje en los informes técnicos de la DGLIM, concluyendo que “no surge de la documentación correspondiente el punto de equilibrio en las distintas cláusulas que integran las respectivas Actas Acuerdo del año 2021”.
Ante esta situación, Teszkiewicz afirmó que “las deficiencias de las actas, el control de los certificados, y la falta de transparencia en la modificación de los contratos que afectan la friolera de más de 24 mil millones de pesos, demuestran la vocación del gobierno macrista de convertir todo gasto público de la ciudad en un negociado” e indicó que “el accionar que tiene el macrismo respecto a su discurso propagandístico de -Basura Cero- es evidente que no coincide con la realidad”.
“Estamos ante peligros ambientales cada vez mayores que perjudican al saneamiento y salud de los habitantes, mientras gastan fortunas sin control con empresas amigas y el jefe de Gobierno hace gala de la crueldad publicitando agresiones a las y los vecinos en situación de calle como políticas de higiene urbana”, sentenció.
