“En el marco de un Estado ausente en la Ciudad y con notorias dificultades para generar herramientas que permitan controlar la implementación de políticas públicas, el anuncio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires genera muchos interrogantes”, dijo el auditor general de la Ciudad por el Frente de Todos (FdT), Lisandro Teszkiewicz.
“¿Cómo se va a poder conciliar una propuesta pedagógica inclusiva con la inserción de los estudiantes en empresas que impidan la utilización de los mismos como mano de obra barata? ¿Cómo se van a incorporar a los programas esas 120 horas de prácticas y 30 horas de ‘educación financiera’? ¿Qué contenidos van a eliminar para no requerir un mes más de clases en un ciclo lectivo ya muy extenso?. La experiencia de lo que sucede en Educación en lo que respecta a infraestructura, comedores escolares, conectividad y más situaciones problemáticas, nos generan más incertidumbre qué certeza y lo vemos constantemente en los informes de auditorías publicados año tras año”, señaló el auditor.
Agregó también que “el problema del anuncio no son las prácticas laborales en abstracto, que como concepto están bien, sino el programa concreto que presentan Soledad Acuña y Horacio Rodríguez Larreta ya que no incorpora prácticas laborales al programa de educación media, sino que reemplaza contenidos educativos por prestar servicios en puesto de baja calificación y entrenamiento laboral, que no aportar capacidades significativas a las y los estudiantes, sin herramientas de control que permitan garantizar la no explotación laboral”.
De las escuelas medias de la Ciudad egresan técnicas y técnicos mecánicos, en diseño de artesanías aplicadas a la industria, en alimentación, en química, en informática, en diseño de Indumentaria, bachilleres en ciencias sociales, en administración, en pedagogía, en artes, idiomas extranjeros, ciencias económicas, entre muchas otras especialidades. A lo que el auditor peronista sentenció: “Acuña y Larreta quieren reemplazar esas formaciones por las de empleados y empleadas de sandwicherías, vigiladores y empresas de limpieza, demostrando una vez más que su gestión está destinada a mejorar los negocios a sus amigos empresarios, cómplices de una nueva forma de explotación laboral”.