Usted afirmó que el gobierno de Javier Milei no es políticamente fuerte. ¿Lo ve como una ventaja institucional?
No lo veo como una ventaja institucional. Lo veo como un mayor equilibrio entre los poderes. Como vengo diciendo hace tiempo, éste es un régimen que se torna más parlamentarista y menos presidencialista por la debilidad legislativa del presidente y por la composición de los bloques.
¿Y en qué medida esa debilidad se ve plasmada en el proceso de la Ley Ómnibus?
El proceso de la Ley Ómnibus muestra un gobierno que tiene la capacidad de ir a construir los consensos parlamentarios que necesita. Y esa capacidad incluye la flexibilidad y el pragmatismo necesarios para construir mayorías allí donde no las tiene.
Usted fue agredido a la salida del Congreso. ¿Falló el protocolo?
Efectivamente, el protocolo del Congreso fue un desastre. Estuvo mal organizado. Además, fue sobredimensionado en la cantidad de recursos, porque hay que tener en cuenta que todo eso cuesta plata, obviamente. Al mismo tiempo, no brindó seguridad a los diputados, lamentablemente. La agresión que sufrimos algunos de nosotros es una prueba de ello. Y también hay que decir que fue desproporcionado en el uso de la fuerza contra grupos que se estaban manifestando de forma pacífica. Pero repito, se quedó corto con manifestantes que sí fueron violentos. Ese operativo debió haber terminado con más de doscientas personas detenidas y con causas penales. Desafortunadamente, solo quedaron detenidas personas por el mero hecho de estar sentadas en la vereda. Claramente, hay que mejorar el operativo de seguridad.
¿Percibió un gran número de personas manifestándose?
No. La verdad es que percibí muy poca gente movilizándose en contra de las medidas. La mayoría de las personas no tiene ni la menor idea de qué es lo que se discute en el Congreso. Es un proyecto de ley que inclusive algunos diputados tampoco tienen pleno conocimiento. Se dieron debates en la propia sesión del Congreso donde algunos legisladores reclamaban que algunos temas no estaban en el dictamen y sin embargo, estaban. Es un tema complejo, de muchos artículos y temas. El ciudadano promedio, obviamente no tiene conocimiento sobre todos esos temas. Y convengamos que las condiciones climáticas tampoco ayudaron a que la manifestación sea masiva. Podríamos decir que fue reducida.
Manuel Adorni, vocero presidencial, afirmó que los impuestos van a bajar siempre y cuando los gobernadores reduzcan el gasto. ¿Lo ve como un premisa verdadera o falsa?
La regla de coparticipación es automática. No es voluntad de la Nación. Es una cuestión que de hecho está en debate ahora. El Presidente fue electo para bajar la parte que el toca a él. Luego, cada uno de los gobernadores fue con una agenda. Algunas fueron similares con respecto a la importancia de la reducción del gasto. En otras no, porque la sociedad está dispuesta a financiarlo. La forma correcta de bajar el gasto es que el presidente se ocupe de la parte que le toca a él.
Teniendo en cuenta su previa experiencia en los medios, ¿qué opinión tiene sobre el nuevo rol de Adorni?
Lo veo muy bien como portavoz. Es una persona formada e ilustrada, que además tiene experiencia en comunicación. Me parece que es la persona indicada para ocupar ese lugar.
Pasando a la cuestión inflacionaria, usted dijo que si la inflación continúa subiendo de esta manera, el gobierno deberá hacer otra devaluación. ¿Es la única vía para apaciguar la suba de precios?
La inflación se detiene con un programa monetario y financiero coherente, que le dé previsibilidad a la Argentina hacia adelante. Y que establezca una senda de ataque al proceso que genera la inflación. Un programa económico como el actual, que no tiene ni siquiera un programa de estabilización dentro de su programa monetario y, por otro lado, no tiene ni siquiera un presupuesto, es un programa complejo. Si el presidente, en vez de prorrogar el presupuesto hubiera, como lo permite una de sus atribuciones, mandado un presupuesto nuevo, nosotros podríamos tratar ese presupuesto y la sociedad en su conjunto sabría qué puede esperar en materia fiscal en los próximos meses. Hoy, no hay manera de saberlo. Pero bueno, todavía está a tiempo.
¿Cómo ve el rol de Juntos por el Cambio (JxC) en esta nueva etapa?
JxC no existe más. Existen los bloques que lo componen, pero la esencia del partido no existe más.
Finalmente, ¿qué espera que ocurra con el tratamiento del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU)?
Espero que el presidente de la Cámara de Diputados convoque a la comisión bicameral y ésta se aboque al tratamiento del DNU, como corresponde.