¿Qué opina del operativo desplegado por las Fuerzas de Seguridad el día jueves 13 de marzo? ¿Cree que se cometieron excesos?
El operativo fue un desastre. Permitió que se cometieran delitos en la Ciudad, reaccionó tarde y detuvo solo al 10% de los delincuentes. Encima se aplicó mal el protocolo. Algunos adultos mayores fueron golpeados, lo que es una barbaridad, dispararon mal los cartuchos de gases lacrimógenos y esto terminó con un fotógrafo jugándose la vida. Una barbaridad.
Se deslizó la hipótesis de que habían infiltrados de barrabravas en las marchas de jubilados. ¿Usted apoya esta teoría? Si es así, ¿quién los mandó?
La verdad es que cuando se empieza a generar el caldo de cultivo para una manifestación en donde ya se sabe que van a participar un montón de sectores violentos, vinculados a barrabravas y otros espacios de izquierda, que siempre usan y tienen a la violencia como eje de sus propuestas, no sorprende que hubiera habido gente aprovechándose de esta situación. Probablemente haya habido infiltrados, entre tantos otros violentos que había. Pero la hipótesis de que eran tres infiltrados locos, no. Había miles de violentos dando vueltas. Vimos colectivos y tachos de basura prendidos fuego, gente tirando piedras. Está todo filmado. No resiste ningún análisis.
¿Está de acuerdo con el reclamo de los jubilados? ¿Qué cree que debería hacerse?
Por supuesto que el reclamo de los jubilados es legítimo. El gobierno tiene que devolverles el 8% que les robó de la inflación de enero. Y esto, como mínimo, para poder empezar a hablar y establecer algún mecanismo para que los jubilados en el mediano y largo plazo puedan empezar a recuperar lo que la crisis de estos últimos años les quitó. Igual, lo que ocurrió el otro día no tiene nada que ver con el reclamo de los jubilados. Utilizaron a los pobres jubilados para hacer quilombo. Yo paso todos los días por ahí, porque es donde trabajo. Hay cincuenta jubilados por miércoles. Y generalmente, hay más gente del Partido Obrero que jubilados. Ése es el panorama habitual. Ahora, encima había barrabravas y gente violenta, que nada tenían que ver con los pocos jubilados que estaban también ahí.
“Lo de Bahía Blanca, al igual que La Plata, porque es una réplica de la catástrofe del 2013, es esencialmente la combinación del cambio climático, que genera lluvias muy intensas en un corto período de tiempo, con la falta de desarrollo de estructuras de prevención. En La Plata y Bahía Blanca ya se sabía, gracias a investigaciones del CONICET y de la Universidad de La Plata, qué zonas se iban a inundar y de qué manera. Lo que pasa es que la política está más preocupada por ver lo de corto plazo, que tiene visibilidad y junta votos y no por resolver estos temas, que no garpan”, dijo Tetaz.
¿Qué opina del violento enfrentamiento entre legisladores de LLA? ¿Como lo ve en términos democráticos?
¿Cree que lo de Bahía Blanca sólo se debe al cambio climático?
Lo de Bahía Blanca, al igual que La Plata, porque es una réplica de la catástrofe del 2013, es esencialmente la combinación del cambio climático, que genera lluvias muy intensas en un corto período de tiempo, con la falta de desarrollo de estructuras de prevención. En La Plata y Bahía Blanca ya se sabía, gracias a investigaciones del CONICET y de la Universidad de La Plata, qué zonas se iban a inundar y de qué manera. Lo que pasa es que la política está más preocupada por ver lo de corto plazo, que tiene visibilidad y junta votos y no por resolver estos temas, que no garpan. El peronismo volvió a ganar en la ciudad de La Plata. Y uno mira eso y no lo puede creer. Es decir, que el mismo peronismo que escondía los muertos, es el mismo que ganó. Se ve que esas obras no garpan, pero hay que hacerlas igual.
¿Por qué cree que el PRO y LLA votaron en contra del proyecto para Bahía Blanca el día martes 12 de marzo?
Lo que pasó con la inclusión de los proyectos fue de una miseria política total. Ningún proyecto tenía dictamen y, por lo tanto, ningún proyecto estaba en condiciones de ser tratado, a menos que se aceptara su tratamiento sobre tablas, es decir, que se aceptara su tratamiento sin dictamen. Esta no era la votación por el proyecto en sí. Era la votación para habilitar o no la discusión de ese proyecto. Había proyectos de LLA, pero el proyecto que terminó aprobándose fue de Victoria Tolosa Paz, de otros radicales y de otros espacios políticos. O sea, aceptaron todos los proyectos, pero cuando hubo que votar el proyecto de emergencia que proponía la izquierda, similar a los anteriores, porque todos iban en la misma línea y no existía ningún gasto adicional, votaron en contra. La única diferencia es que le exigía al gobernador de la provincia que asignara recursos presupuestarios. Que se haya votado en contra está mal, desde el punto de vista de los principios, porque Bahía Blanca no es una causa que pertenezca a un cierto espacio, por lo tanto, correspondía acompañar todos los proyectos. Y se determinó un dictamen común, no correspondía dejar un proyecto afuera. Eso está mal y está mal como regla parlamentaria. Si todos coincidimos en apoyar los proyectos de los otros, porque la causa es más importante que las chicanas políticas, entonces esto no se entiende. ¿Qué tiene que ver que sea un proyecto de la izquierda? Apoyamos que se trataran los proyectos de Espert y Tolosa Paz y ninguno de ellos conforma nuestro espacio político. Pero la causa era la correcta.
¿Cuáles son sus predicciones para las elecciones legislativas? ¿Qué le diría a aquel 56% que votó a Milei?
Yo creo que las elecciones legislativas, si en promedio el gobierno tiene éxito en su plan de estabilidad económica y se llega a las elecciones con una inflación menor al 2%, puede ser que obtenga un 40% de los votos. Lo que pasa es que no es una elección nacional. Es una elección de medio término, caracterizada por las cuestiones locales. En ese sentido, la provincia de Buenos Aires la puede ganar tranquilamente el kirchnerismo y más aún, si el espacio opositor está partido. Y puede ser competitiva la elección y que el oficialismo pierda casi con seguridad en la Ciudad de Buenos Aires. Juntos por el Cambio también va por separado en la Ciudad. Entonces, no estoy en condiciones de predecir qué espacio va a ganar en cada distrito, pero sí estoy seguro de que el gobierno va a sacar un porcentaje cercano al 40%.
Si LLA alcanza ese 40%, ¿qué significa el restante 16% de las elecciones del 2023?
Nosotros no deberíamos hablar del 56%. Hay un núcleo duro del electorado de Milei que seguro lo va a acompañar. Y ese piso es el 30% del voto duro que lo votó en la primera vuelta. Luego, hay un montón de votos que son de JxC, el mismo espacio que nos dijo durante toda la campaña del balotaje que por favor apoyen a Milei y después lo controlan en el Congreso. Si ese público es coherente, van a votar a diputados que lo puedan controlar. Me refiero a que lo frenen un poco en su afán de ajustar a los jubilados, a la educación, y que les de un carácter republicando a un Presidente que evidentemente no tiene, que reflejen el contrapeso que tiene que hacer el parlamento. Estas elecciones son para aprovechar ese posicionamiento y endurecer ese rol que la oposición hoy tiene que tener.
¿Cómo ve el plan económico del gobierno? ¿Tiene solvencia?
El éxito del plan de estabilización depende de que la próxima elección sea irrelevante. Si todo el mundo está preocupado por el resultado de las elecciones y el impacto en la economía, entonces quiere decir que la Argentina no está definitivamente estabilizada. Sí, baja la inflación. Pero para que eso sea sostenible, tiene que suceder lo mismo que pasa en Chile, Brasil, Colombia y Perú. Es decir, que no importe si gana un tipo de izquierda o de derecha, que no se discuta la estabilización de equilibrio presupuestario, la reducción de la inflación. Pero para eso, se necesita que el presupuesto se haga por ley y no por decreto, se necesita un Banco Central independiente y no que lo maneje el Presidente como se le canta porque si mañana ese Presidente no está entonces la inestabilidad económica vuelve. Eso es lo que nosotros tenemos que evitar.
