Tolosa Paz tiene una meta, ser la primera intendenta de la capital bonaerense. Eso dijo en una entrevista que brindó al medio Nuestras Voces. La Plata es una cantera de líderes mujeres populares. En esa ciudad nacieron la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto y la única Jefa de Estado elegida democráticamente en Argentina, la dos veces presidenta Cristina Fernández.
La ex asesora de Alicia Kirchner en el ministerio de Desarrollo Social pretende, entonces, sumar un capítulo local a esa épica. Una figurita difícil porque La Plata, un volcán de la militancia universitaria y fabril, también esa una ciudad de corazón radical.
Pero, Victoria dice que va a poder. Que Cristina, cuando la recibió meses atrás, le dio fuerza y que la serenó con dos o tres instrucciones políticas: sumar sillas a la mesa de discusión, poner la agenda política en modo futuro. Vectores platenses en línea con lo que parece ser la estrategia 2019 de Unidad Ciudadana. “Hay que armar un frente patriótico.
Y, sí, la patria, más que el peronismo, es la bandera que nos debe unir. ¿Sabés qué pasa? Cambiemos es tan entreguista que volvió a poner a la Patria de moda”, pregunta y contestó al medio Nuestras Voces VTP mientras el reportaje comienza a rodar una tarde que chirría de calor en el barrio de Palermo, donde la concejal se acercó para asistir a un debate televisivo.
Tolosa Paz habla rápido, muy veloz. Su discurso está hilado por palabras que salen como ráfagas y por la mención de estadísticas, nombre de programas sociales, planes estatales, políticas públicas. Por momentos, la precandidata a Intendente es absorbida por su prehistoria en Desarrollo Social, donde cumplió varias labores junto a dirigentes como Fernando Grey o Mariano Cascallares. “Ellos (por Grey y Cascallares) llegaron a ser intendentes -Esteban Echeverría y Almirante Brown, respectivamente- y yo no. ¿Por qué son más capaces? No, porque a la mujer se le hace mucho más difícil el camino de la política. Pero, lo voy a lograr”, promete Tolosa Paz y sigue vaciando una limonada fresca que vale pepitas de oro cuando logra aplacar el fuego porteño de noviembre.
-Jorge Asís te definió como una estrella en ascenso. Sigamos esa figura, antes de brillar en política, ¿Cómo comenzó tu militancia?
-En principio, por origen familiar, soy una típica platense. Una chica que fue a una escuela pública contigua a Plaza Moreno (la principal de La Plata), y de una familia más bien antiperonista. Luego, mi acercamiento a la política se fue dando de forma progresiva. En el año 96 ingreso a trabajar en el ministerio de Desarrollo Social de la Provincia; en unos programas de asistencia que atendían a las villas más vulnerables del área metropolitana. A partir de ahí me enamoro del peronismo, pero también del Estado como instrumento de acción para cambiarle la vida a la gente.
-Al parecer tenes una buena relación con Cristina Fernández, ¿ese vínculo también se explica por qué CFK sigue con atención la política de la ciudad donde se crió?
-Bueno, Asís también mencionó que estaba en consideración de la Doctora (mote usado por el escritor para referirse a CFK), como él la nombra, porque le gusta la forma en que la defiendo en los medios. A ver, me junté con Cristina en dos oportunidades para hablar, concretamente, de política. Y ella me hizo mucho hincapié en dos o tres advertencias políticas: la necesidad de estructurar un frente patriótico que nos cobije a todos el año próximo. También me remarcó mucho que la prioridad de la alternativa al macrismo debía pasar por presentar una propuesta económica distinta al neoliberalismo.
Encontré, en definitiva, a una Cristina súper amplia en sus conceptos. Eso me lo dijo en julio y, hoy, esa amplitud la vemos en los hechos: se están acercando desde Pino Solanas hasta dirigentes justicialistas que habían roto el diálogo con ella. En el plano electoral me advirtió que hay una regla tácita a cumplir por todos los que nos sumemos al frente patriótico en el 2019: dirimir en las PASO quién tiene el piso de votos más alto para disputar contra el macrismo. Y sí, claro, somos de La Plata, eso también nos une (risas).
-Hoy el justicialismo de La Plata tiene las referencias puestas, me refiero a vos y a la diputada provincial Florencia Saintout, en dos rubias peronistas. ¿Esa renovación es casual o buscada?
-Pasan dos cosas. Primero, es un tiempo marcado por el protagonismo de las mujeres en la política. Y lo que digo trasciende la ola verde. Te doy un ejemplo, en la ciudad de La Plata una agrupación universitaria justicialista encabezada por una mujer recuperó el centro de estudiantes, que estaba desde hace muchísimos años en manos de la Franja Morada. Además, en el terreno social, hay mucha emergencia de líderes femeninas porque la mujer, en general, siempre soporta y enfrenta con otra sensibilidad y otra fuerza las crisis económicas. El hombre, al principio, la falta de trabajo lo golpea muy duro en su autoestima. Las minas, en el barrio, y eso lo ví mucho cuando trabajaba en Desarrollo Social, es de darle para adelante. De organizarse para bancar la olla con lo que haya a mano.
Después, si en La Plata hay dos o tres referencias para dar la discusión interna me parece perfecto, una buena noticia. Se dirimirá en una primaria quién encabece la lista. Tampoco me inquieta la idea de formar una lista de unidad previa negociación. Acá, no hay ninguna lucha de egos.
-Entonces, ¿sos candidata a Intendente?
-Sí, trabajo todos los días para ser la primera mujer intendenta de La Plata. Eso se lo dije a Cristina. Se puede dar o no. Como se puede dar que tenga que acompañar. Lo importante, en todo caso, es recuperar la capital provincial.
-¿A qué te referís?
-La ciudad ha retrocedido en múltiples agendas. La Plata hoy es récord en accidentes de tránsito. Es la sexta ciudad con la desocupación más alta del país, superó a Mar del Plata en la última medición. La falta de trabajo es muy fuerte en mi ciudad. El desempleo creció cuatro puntos de seis meses atrás a está parte. En general, el gobierno de (Julio) Garro es muy malo. La atención de la municipalidad está enfocada en lo que pase en el casco urbano, que en La Plata está bien delimitado entre las calles 32 y 60, y de 1 a 31.
-La Plata puede ser un caso testigo del desafío que implica para el peronismo volver a seducir a los sectores medios ya que es una ciudad universitaria, y con mucho componente de profesionales. ¿Cómo lees esa meta?
-La Plata es una ciudad, como todas, poliforme. ¿Es radical? Lo pongo en duda. Tiene una periferia enorme, en expansión. Lo que ocurrió en la última elección es que los sectores más conservadores y populares de la ciudad votaron a Cambiemos, se dio ese fenómeno paradojal, de forma más nítida que en otras jurisidicciones. Entonces, no hay un impedimento estructural para que el justicialismo gane en La Plata. Sí, por supuesto, tenemos que repensar cómo interpelar a los sectores medios. Claro, Cambiemos logró parcialmente, ahora menos, cuando dialoga con la sociedad busca disociar su responsabilidad en las penurias económicas de cada familia. Nosotros deberíamos insistir, precisamente, en lo contrario. Explicar, de buena manera, a vos contador, a vos ingeniero, a vos PYME, que si te va mal, no es culpa tuya, o lo será solo parcialmente, no hay economía que ande bien si el Estado no dice presente.
Y para eso, para esa prédica, debemos esforzarnos por no ser ideológicos. Porque el vecino, llega un momento, que no quiere escuchar siempre la misma cantinela, la que oyó en lo medios ese día, o ayer en la última campaña. Bueno, yo busco eso, mostrarme como una resolutora de conflictos. Pero, gracias a que me apoyo en un Estado presente, eso siempre. Hay que tender puentes, insisto, con el vecino que se declara apolítico.
-Vamos al plano provincial. Cambiemos parece explicitar de forma clara en Buenos Aires con la candidatura de María Eugenia Vidal la tensión que cruza la agenda pública: ética versus economía. ¿Coincidís con esa hipótesis?
-Claro, ellos pontifican a Vidal como su carta más pura, la menos contaminada por la corrupción. Pero, ojo, que a la Gobernadora le entró una bala con la investigación que reveló la participación de aportantes truchos en la última campaña. Ese fue el primer daño que lastima su supuesto rostro inmaculado. Por otro lado, Vidal llega al último tramo de su gestión con menos plata en el bolsillo de la gestión, y eso se observa en menos obras, en un empeoramiento de las escuelas. Claro, durante los dos primeros años Vidal tomó mucha deuda y la volcó, por ejemplo, en el Fondo de Infraestructura Municipal o en el Fondo de Seguridad. Esa ayuda hoy está en declive y, por lo tanto, su administración aparece como mucho más endeble. En pocas palabras, Vidal no es una candidata imbatible como la presentan los medios.
-¿No pudo trasladar, entonces, marcas de gestión PRO como el Metrobus o el SAME a la Provincia?
-Muy parcialmente, y mal. Pero pasa esto, el primer lunes después de la gran inundación de noviembre paso lo siguiente en La Plata: una chiquita de 20 años que estaba por parir llamó al SAME y la unidad no pudo entrar porque era un barrio sin asfalto totalmente anegado después de la lluvia. En ese sentido, La Plata es una muestra de lo que es la Provincia. La Gobernadora no puede decir, en línea con el gobierno nacional, que está poniéndole cloacas a todos los vecinos y modificando la infraestructura productiva cuando, como decía, una chica del barrio Esperanza de la localidad de Olmos tuvo que dar a luz auxiliada por su compañero y su cuñada porque el SAME no pudo trasladarla a un hospital.
Y el 2019 no será fácil para Vidal. Macri le sacó 25 mil millones de pesos del rubro subsidios al transporte. ¿Qué pasa? No va a haber aumentos en la tarifa del colectivo porque ningún Intendente va a querer pagar el costo político de la suba pero, indefectiblemente, ese dinero puesto ahora por las municipalidades va a repercutir en recortes para luminarias o en menos entrega de remedios para los centros de salud. Mientras tanto, la Gobernadora advirtió que ella va a subsidiar las líneas provinciales de transporte porque sabe que no tiene más colchón social para el ajuste. Otro achique que viene de La Rosada a Provincia: 15 mil millones de pesos menos para subsidiar AYSA (aguas); a su vez, la Gobernadora va a dejar de ayudar en términos presupuestarios a 33 municipios bonaerenses que integran el sistema de disposición final de basura del CEAMSE. Nuevamente, al igual que en trasporte, esa plata la deberán poner los Intendentes. El 2019 va a ser complicado en Provincia.
-¿Cómo ves la pulseada entre Vidal y los sindicatos docentes?
-El cuento que montó Vidal de que ella era la bella y Baradel la bestia, por ponerlo en términos narrativos sencillos, le dio frutos en el 2017. Este año, ya no. Vidal prometió infraestructura en las escuelas, y esa promesa nunca llegó. Ella, por ejemplo, vació la Unidad Ejecutora Provincial, parte la Dirección General de Escuelas, que está encargada del diseño o la remodelación edilicia de los colegios. Y eso repercute en el ánimo y la confianza de las familias y vecinos hacia la Gobernadora. Eso es indudable.
-¿Sigue siendo cuesta arriba para una mujer hacer política en Argentina? ¿El protagonismo de CFK en el peronismo y de la propia Vidal en el PRO alivianaron el patriarcado presente en los grandes partidos?
-Permanece como tarea difícil. A las mujeres siempre todo nos costó más, y en política esa desigualdad está más presente. ¿Cuántas Gobernadoras hay? En Provincia de Buenos Aires hay cuatro intendentas en 135 distritos electorales. ¿Poco, no? Tres de Cambiemos, una del peronismo, Verónica Magario. ¿Por qué hay una limitante? Porque la política es un terreno áspero, en donde la mujer siente que sí se expone, va a ligar. ¿Qué va a ligar? Difamación, portales periodísticos que te acosan con fake news, te inventan romances. Lo viví en carne propia, a los seis meses de asumir como concejala tuve que hacer una denuncia por violencia de género contra el Presidente del Consejo. Pude probar el hostigamiento. Me cantaban la marcha fúnebre en la cara. Siempre está eso. Todavía está presente eso en algunos ámbitos, sí sos mujer, te vamos a hacer sentir mal. Fui víctima de violencia política, y no de género, pero recurrí a esa figura porque nos falta una normativa que pene el hostigamiento político. Pero, estoy convencida que eso va a cambiar. Es tiempo de mujeres y eso tiene que reflejarse en política.
-Por último, ¿Para que haya un gobierno popular en el 2019 hay que unir a los argentinos, o basta con unir a los peronistas?
-Hay que unir a los argentinos, sin dudas. Macri ha inventado y potenciado el uso de la grieta. Hay que terminar con esa historia. Hay muchos argentinos que la están pasando muy mal. Y Cristina nos está invitando a discutir hacia dónde vamos, y no de dónde venimos. Creo que eso responde la pregunta. Por eso la alusión al Frente Patriótico. Porque Macri, con tanta entrega y alineamiento a los Estados Unidos y subordinación al FMI, vaya paradoja, termino poniendo a la patria de moda.