El presidente del bloque de diputados de Consenso Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez, explicó por qué el lavagnismo rechazará el proyecto de ley de movilidad jubilatoria impulsado por la administración de Alberto Fernández. Presentarán su propia iniciativa.
“A la fórmula que hoy plantea el Gobierno le está faltando la manera de garantizar que no se pierda capacidad de compra en el ingreso de los jubilados y pensionados”, afirma Rodríguez, uno de los dirigentes de confianza de Roberto Lavagna, en una entrevista con Noticias Urbanas.
El diputado de Consenso Federal, que anticipa que presentarán un proyecto propio de reforma jubilatoria, sostiene que la “única salida” al problema estructural que enfrenta el sistema previsional es “crear trabajo” o reducir la informalidad.
Además, Rodríguez opina sobre la idea de los gobernadores peronistas de suspender las PASO de 2021 y cuestiona con dureza a la líder de la CC, Elisa Carrió, por impulsar un pedido de juicio político a Cristina Kirchner por sus críticas a la Corte Suprema de Justicia.
-El bloque de Consenso Federal anticipó su rechazo al proyecto de ley de movilidad jubilatoria que aprobó el Senado. ¿El Gobierno quiere hacer un ajuste con los jubilados?
-Los sucesivos gobiernos están esquivando a tomar el problema estructural del sistema previsional argentino, que no pasa por la fórmula de actualización, sino por la baja relación entre la cantidad de aportantes y los que cobran beneficios jubilatorios o pensiones. Por lo tanto, la única salida que hay -ese es el mandato que tiene este gobierno y el anterior- es crear trabajo o formalizar al 50 por ciento de los trabajadores del sector privado que están en la informalidad.
En segundo lugar, la fórmula que vino rigiendo durante la gestión de Macri estaba pensada para un país al que le fuera mal: estancamiento e inflación. Esa no es una salida para el sistema previsional. A la fórmula que hoy plantea el Gobierno le está faltando la manera de garantizar que no se pierda capacidad de compra en el ingreso de los jubilados y pensionados.
En razón de estos fundamentos, no vamos a apoyar la fórmula que aprobó el Senado y vamos a presentar un proyecto propio en las próximas horas.
-¿Estarían dispuestos a acompañar si el Gobierno hace cambios en el texto?
-No vamos a acompañar este proyecto. Si el Gobierno y el resto de la oposición quieren apoyar nuestra iniciativa, estará presentada.
-El ministro de Economía, Martín Guzmán, invitó a los partidos de la oposición a ser parte del nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional. ¿Están dispuestos a hacerlo?
-Siempre estuvimos dispuestos a dialogar. No tenemos muchas expectativas de que haya un diálogo. El Gobierno siempre viene con un paquete cerrado a ver si logra un apoyo, pero diálogo no ha habido. Pero si están dispuestos a tenerlo, nosotros tenemos hombres muy valiosos, como Jorge Sarghini.
–¿Van a sentarse a dialogar?
-El diálogo debe existir siempre, pero tenemos baja expectativa de que exista.
-¿Hay dos agendas en el Gobierno: la de Alberto y Cristina? ¿Eso complica la negociación con el Fondo?
-No me consta y no doy por hecho que existan dos agendas.
-Guzmán habla de bajar el déficit, aumentar tarifas y, en paralelo, el kirchnerismo introduce cambios en el proyecto de ley de movilidad jubilatoria en el Senado.
-Existe un gobierno, que está conformado por una coalición. Y el signo del gobierno es kirchnerista. Como todo gobierno, necesita una unificación de criterios y una capacidad de implementar las decisiones de manera combinada.
Hay graves problemas en el proceso de toma de decisiones y falta de coordinación. Esto no tiene signo político, sino que está marcado por un signo de ineficacia en la toma de decisiones. Pondría el acento en la capacidad del Gobierno.
La fórmula que vino rigiendo durante la gestión de Macri estaba pensada para un país al que le fuera mal: estancamiento e inflación. Esa no es una salida para el sistema previsional. A la fórmula que hoy plantea el Gobierno le está faltando la manera de garantizar que no se pierda capacidad de compra en el ingreso de los jubilados y pensionados.
-¿Qué opina de la carta de Cristina Kirchner sobre la Corte Suprema? ¿Es un “intento de golpe institucional”, como denuncia Juntos por el Cambio? ¿Le preocupa?
-Son opiniones políticas que no comparto, pero no deja de ser eso. Son expresiones políticas que no ameritan bajo ningún punto de vista la barbaridad de pedir el juicio político a la vicepresidenta. Fíjese qué significativo: quien impulsa el juicio político por una opinión política, que no comparto, es Elisa Carrió, alguien que ganó campeonatos en el deporte de ir contra la Corte Suprema. Cuando Macri era gobierno, Carrió decía que Lorenzetti manejaba su ciudad, Rafaela, como un “feudo mafioso”. Son expresiones muy fuertes y a nadie se le ocurrió nunca pedir el juicio político contra Carrió.
No comparto los dichos de Cristina Kirchner sobre la Corte, pero son válidos como opinión política y no ameritan ningún tipo iniciativa como un juicio político.
-¿Qué piensa de la reforma judicial que envió Fernández al Congreso y que fue aprobada por el Senado? Diputados aún no la trata, pese al insistente reclamo del Presidente
-Me remito a la opinión de la vicepresidenta: no es una buena reforma ni es la que se necesita en la Argentina. Y llega en un momento donde el gobierno no tiene la capacidad de lograr consensos amplios y duraderos. Por eso, si el proyecto se presenta, voy a votar en contra.
-¿Por qué cree que Fernández perdió esa capacidad de diálogo? Cuando Cristina Kirchner lo ungió como candidato, lo presentó como alguien que podía lograr “consensos”.
-Creo que el problema excede al Gobierno. Hay dos grandes sectores de la política que siguen engolosinados con la confrontación polarizadora en la Argentina. Entonces se retroalimentan, se dan manija mutuamente y han roto cualquier intento de ir por el camino del consenso que se había iniciado en la primera etapa del Gobierno.
-¿Es oportunista la idea del Gobierno de suspender las PASO en la antesala del año electoral?
-Oportunistas son los que hace cinco minutos salían a gritos a pedir la eliminación de las PASO y presentaron decenas de proyectos en el Congreso para suprimirlas. Nosotros no somos oportunistas. Lavagna planteó el año pasado la eliminación de las PASO, pero, con mucho tino, dijo que no se podían eliminar en un año electoral.
Ahora no nos parece mal la suspensión de las PASO 2021, pero yo presenté un proyecto que le pone una condición a esa posibilidad: la incorporación de la boleta única de papel, porque eso significa una mejora de la calidad democrática, más confianza y un enorme ahorro, tanto de recursos económicos como de personal involucrado en todo el proceso electoral.