La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) se manifestó en la sede de La Alameda durante la fiesta “Medio Millón de pesos devuelto al pueblo” –organizada por el Legislador Gustavo Vera- para reclamar por los derechos de las trabajadoras sexuales. La actividad de protesta se realizó en reclamo de las cámaras ocultas y los escraches que desde su organización realizan a los lugares donde las trabajadoras sexuales autónomas ejercen su labor. Desde Ammar le han solicitado tres audiencias al legislador de las que aún no han obtenido respuesta.
En la actividad, llevaron carteles con leyendas como “Sálvennos de Vera”, “Gustavo Vera, medio millón de mentiras”, “Mi cuerpo es mío, no de tus prejuicios” y “Prostitutas indignadas, no prohíbas mis derechos”.
“Quizás La Alameda cree que cerrar los lugares de trabajo es una buena política, pero en realidad no lo es. Lo que deberían hacer en lugar de realizar una cacería de brujas es hablar con nosotras, no queremos que nos rescaten, queremos que nos respeten. Así como desde su organización defienden a las víctimas de trata, nosotras tenemos una organización que defiende a las mujeres Trabajadoras Sexuales Autónomas”, declaró la secretaria General de AMMAR, Georgina Orellano.
Y agregó: “Las denuncias por trata de personas llevadas adelante por el legislador Gustavo Vera para cerrar los lugares donde muchas compañeras ejercían el trabajo sexual, lo único que han hecho es exponerlas a una mayor vulneración de derechos y persecución policial. Como consecuencia de los cierres de sus lugares de trabajo, las compañeras siguen ejerciendo esta actividad en la vía pública expuestas a que la policía les labre actas bajo el artículo 81, a pagar coimas y ofrecer servicios sexuales a la fuerza policial”.
Durante la actividad, las trabajadoras sexuales le pidieron a Vera que las recibiera sin resultado. Militantes de La Alameda cerraron la puerta del lugar y se pararon al frente. Minutos después llegaron varias patrullas de la policía, desde AMMAR explicaron el motivo de la protesta y continuaron la manifestación cortando dos carriles de la Avenida Directorio donde se encuentra la sede de la Alameda.
En su mayoría, las trabajadoras sexuales manifestantes ejercían su actividad por decisión propia en la zona de Recoleta y contactaban a sus clientes en bares y boliches. Durante los últimos meses, como consecuencia de las denuncias de La Alameda, perdieron sus fuentes de trabajo, por lo que han tenido que ejercer el trabajo sexual en la calle y enfrentarse a la aplicación del artículo 81 del código contravencional, además de coimas y favores sexuales a la policía.
En Argentina el trabajo sexual no es ilegal pero tampoco está regulado. Se encuentra en un limbo normativo que incide en la vulneración de derechos hacia las trabajadoras sexuales, explican desde AMMAR. En este marco, la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina reclama por una regulación que garantice los derechos civiles y humanos de las personas que ejercen el trabajo sexual, defendiendo las libertades individuales y el derecho al trabajo. Además, pide una ley que regule el Trabajo Sexual Autónomo y proteja su ejercicio.
