Carrió vuelve. Esta semana, cuando empiece el debate en el Congreso del proyecto denominado de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, la voz de Elisa Carrió volverá a sonar fuerte en el recinto de la Cámara de Diputados. Si bien su pedido de renuncia a la banca será efectivo desde marzo, en la Cámara baja –e incluso miembros de la Coalición Cívica–, daban por entendido que ya no estaría presente durante las sesiones extraordinarias. Sin embargo, algo cambió y Lilita dirá presente el miércoles en el recinto. Incluso ya anticipó que quiere hablar para fijar su posición crítica respecto a la emergencia económica y la delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo. Recién este domingo 15 de diciembre volverá de Punta del Este, donde estuvo descansando las últimas semanas en la casa de una amiga que tiene salida al mar, en la zona de La Barra.
“Estuvo toda la semana mandando mensajes”, reconoció una fuente de la Coalición Cívica. Desde la costa uruguaya llegaban audios de “Pepona” (el nuevo apodo con el que la llaman en su entorno, por su parecido con la muñeca antigua) reflexionando sobre los anuncios de Alberto Fernández.
Primero les pidió que salieran a apoyar la iniciativa de reformar la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), recordando que la Coalición Cívica impulsó esa idea al comienzo del macrismo, pero perdió en la discusión interna. Después, reaccionó ante el proyecto que busca reestablecer la emergencia económica y apeló a los antecedentes de que ella y su fuerza siempre se opusieron a la delegación de facultades.
En los dos casos, hubo comunicados oficiales del bloque de la Coalición Cívica, que conduce Maximiliano Ferraro, difundiendo esa postura. Carrió anunció su retiro, pero sigue tomando decisiones políticas día a día. Esa situación fue la que preveían cerca de la chaqueña cuando anunció que renunciaba a la banca y se alejaba de la política cotidiana. Más de uno interpretó que se trataba de una movida estratégica (apoyada igual en una decisión personal) de no quedar envuelta en las discusiones sobre el liderazgo de Juntos por el Cambio y no ser utilizada como “excusa” por otros actores de la alianza para romper. “Ella hace la lectura de que se vienen momentos de moderación, que las actitudes extremas no suman en el contexto que viene”, reconocía a principios de noviembre –cuando se conoció la noticia– un dirigente de su espacio. Y todos asumían que aunque no estuviera presente, su liderazgo continuaría inalterable. Por ahora, de todas formas, seguirá presente.