Todos los analistas ubican entre fines de 2017 y comienzos de 2018, el arranque de la debacle de Mauricio Macri. Un par de datos quedaron anclados allí: por un lado, fue el inicio de la caída económica; por el otro, pagó un costo político muy alto, por la batalla (literal) que implicó en las calles la aprobación de una nueva fórmula de movilidad jubilatoria.
Pero además, advertirían luego varios especialistas, también fue el quiebre de un dato sensible para la economía: comenzaron a bajar las expectativas. Se trata de un parámetro no siempre anclado en datos de la realidad, pero que condiciones actos que sí inciden en ella. Por ejemplo, llevan a mucha gente a dejar de consumir, o a consumir menos, pese a tener los fondos como para hacerlo, anter un simple temor a lo que vendrá. Con el líder de Juntos por el Cambio corrido hace largos meses del sillón de la Casa Rosada, quien hoy debe convivir con ese número incómodo es Alberto Fernández: algunos estudios ubican a las expectativas económicas en el peor nivel de los últimos años.
Uno de esos trabajos es de la consultora Management & Fit (M&F). Hizo un relevamiento de 2.200 casos entre el 17 y el 21 de octubre y abordó la crisis actual desde diferentes ángulos. Cuando se repasa la mirada a futuro del grueso de la sociedad, las cifras alarman.
La firma preguntó específicamente: “¿Cómo considera que la situación económica del país estará en los próximos meses?”. El 60,3% se mostró pesimista: un 19,8% eligió la variante “peor” y un 40,5% “mucho peor”. En contraposición, los optimistas apenas superaron los 20 puntos: en partes iguales (11,4%), unos respondieron
“mejor” y otros “mucho mejor”.
Antes, M&F había indagado sobre la mirada retrospectiva: “¿Cómo considera que está la situación económica del país en comparación a un año atrás?”. Pandemia mediante, previsiblemente el resultado fue más rojo todavía: el 67,1% se repartió entre “peor” y “mucho peor”.
Para ambas respuestas, vale recordar de dónde se viene: una recesión que lleva años, que consumió gran parte del segundo mandato de Cristina Kirchner (2011-2015) y que con Macri, apenas tuvo un respiro en el segundo semestre de 2017.
Respecto a las expectativas, M&F publicó un interesante cuadro, donde se ve la evolución de los datos. Y hay que remontarse a septiembre de 2014 para encontrar un número superior al 60,3% de octubre 2020: entonces, el pesimismo sumaba 62,2 puntos. Es decir, el pesimismo actual de cara al futuro es aún superior al que hubo durante todo el mandato de Cambiemos. Esto se explica básicamente por la pandemia: la caída de la actividad, con derrumbe récord 19 puntos del PBI en el segundo trimestre, hace que la opinión pública sea escéptica respecto a lo que vendrá.
Ese temor ayuda a entender dos datos de las encuestas que pueden parecer contradictorios: pese a que se mantiene muy alto el temor al contagio de Covid, la mayoría de la gente pide que se flexibilicen las actividades para apuntalar la economía, aunque eso retroalimente el mayor riesgo a contraer el virus.
Cuando a esa misma gente se le pregunta cuánto cree que tardará el país en reponerse de los efectos económicos de la pandemia, hablan de al menos dos años más. Así, aun siendo relativamente optimistas, podría terminar consumiendo casi todo el mandato de Alberto Fernández. Y ni siquiera para mostrar una mejora, sino para volver al punto inicial de su mandato, que ya era bastante malo. Proyecciones para una Argentina que da vueltas en torno al círculo de una crisis que pareciera volver una y otra vez.