Los consumidores de gas de la ciudad de Buenos Aires sufrirán un hecho infrecuente: por primera vez en 14 años se les aplicará una suba en sus tarifas de gas, con aumentos de entre 208% y 676% a partir de agosto, luego de ajustes este mes y en junio. El último incremento había sido en 1999.
El incremento en el valor final de la factura, sin embargo, será menor porque se combina con otros ítems como impuestos y el costo del gas importado. Así, deberán desembolsar hasta 170% más que hasta ahora para pagar la boleta. Sólo podrán esquivar las subas quienes reduzcan en más de un 20% su consumo con respecto al mismo período del año anterior.
El lunes, Antonio Pronsato, el interventor del Enargas (el ente regulador de la actividad gasífera), le envió una nota a la distribuidora Metrogas -de la estatizada YPF-, la mayor empresa del país en ese rubro en América latina, que maneja la prestación de servicio en la Capital Federal y una parte del conurbano. Allí le comunicó las nuevas tarifas, que se enmarcan en el plan de reducción de subsidios y mejora de los ingresos de las empresas que puso en marcha el Gobierno esta semana.
Los nuevos cuadros tarifarios pesarán sobre unos 2 millones de clientes. Un usuario porteño denominado R1 (el sector que menos consume) sufrirá un ajuste de 208% en el precio del metro cúbico de gas, que pasará de $ 0,143 a $ 0,441, mientras que un consumidor intermedio -por ejemplo, quienes ocupan la categoría R 3-1- sufrirá un aumento de 379 por ciento.
En el último escalafón de la lista, en tanto, los denominados R 3-4 tendrán un ajuste en su tarifa de 676 por ciento.
Fuentes privadas y oficiales señalaron que, pese al incremento en la tarifa, los usuarios notarán un aumento algo más moderado al pie de cada factura. Por ejemplo, un cliente R-1 que consume unos 250 metros cúbicos de gas pagará un 80% más. Mientras que en el otro extremo, un gran consumidor residencial, que emplea 3500 metros cúbicos de gas al año, sufrirá un incremento final en su boleta de 140 por ciento.
Algo similar ocurrirá con los clientes bonaerenses de la distribuidora, que sufrirán ajustes tarifarios similares, si bien pagarán en términos absolutos un poco más que sus vecinos porteños.