El 23 de febrero pasado el bombero voluntario de Vuelta de Rocha y vecino de La Boca, Diego Oneil, sumó su nombre a la lista de héroes muertos como consecuencia del incendio de Iron Montain. A menos de un año del derrumbe, otro sobreviviente ya se había quitado la vida. Los familiares alertan que la falta de contención psicológica de parte del Estado puede provocar otras muertes.
Diego fue un sobreviviente que no sobrevivió. Por algunos segundos, se salvó de ser aplastado por la pared que cayó en el incendio de Iron Montain; pero no pudo escapar del dolor de las ausencias. Seguía conviviendo con las imágenes, los sonidos y el olor de una tragedia que se llevó a su mejor amigo. Hasta que la mañana del 23 de febrero decidió terminar con tanto dolor.
“Iban a salvar a otros y a volver juntos… Diego no se perdonó nunca no haber podido traer de nuevo al cuartel a Facundo”, suelta Jenny, hermana del bombero fallecido, quien intenta encontrar las razones que llevaron a su hermano mayor a quitarse la vida. Todas las explicaciones llevan el sello de Iron Montain y la falta de contención hacia los sobrevivientes y sus familias, luego del incendio donde murieron 10 personas, entre bomberos y rescatistas.