León Touseda, el nene sordo que fue operado hace un mes en el hospital El Cruce de Florencio Varela comenzó a escuchar ayer, cuando encendieron el dispositivo que le colocaron durante cirugía. La activación del implante coclear se llevó a cabo en el hospital provincial Mi Pueblo.
Cuando el equipo médico puso en marcha el aparato desde la computadora, León abrió grandes sus ojos negros. Es que el pequeño, de 4 años, vivió hasta ayer en un mundo de silencio. Contrajo meningitis a los dos meses de vida y, como consecuencia, no pudo escuchar más, por eso nunca aprendió a hablar.
“Ahora tendrá que venir para la habilitación auditiva dos veces por semana y comenzará el trabajo de la fonoaudióloga para que comience a hablar”, explicó Vanesa Etcheverry, referente provincial del Programa de Hipoacusia.
La cirugía para colocarle el implante estuvo a cargo del especialista Daniel Pérez Gramajo y con él ya son 22 los chicos que recuperaron su capacidad auditiva tras un implante coclear financiado por el Programa de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia del ministerio de Salud de la Provincia.
El ministro de Salud, Alejandro Collia, explicó que alrededor de tres bebés de cada 1.000 recién nacidos tienen hipoacusia y se calcula que, de esos tres, uno requerirá un implante coclear.
“El fortalecimiento del recurso humano y técnico permite al hospital público dar respuestas de primer nivel a patologías severas como la que sufría León y mejorar notablemente la calidad de vida de estos chicos”, destacó Collia, aunque también instó a que “tanto los padres como los pediatras presten atención a los signos de la baja audición porque en muchos casos la detección temprana aumenta las posibilidades de tratamiento”.
El Programa de Detección Temprana, que recibe el aporte de la cartera sanitaria nacional, permite a las personas sin recursos ni obra social volver a escuchar con la aplicación de un dispositivo que estimula el nervio auditivo. En el sector privado, la colocación de esta tecnología tiene un costo aproximado de 100.000 pesos.
Esta mañana, durante el encendido del implante que le permitió percibir sonidos a León estuvieron presentes los directores asociados del hospital Mi Pueblo, Raún Santolín y Carlos Arias.
Como León no fue diagnosticado de inmediato, sufrió la osificación de uno de los oídos, que es lo que ocurre cuando el “caracol” auditivo se cierra y no es posible colocar los electrodos, que son parte del implante coclear.
“Por eso la operación se complicó y nos llevó seis horas en quirófano”, explicó Pérez Gramajo, y agregó que “por suerte la osificación sólo afectó a un oído y en el otro pudimos colocar el implante”.