Las elecciones del pasado domingo 27 dejaron resultados dispares entre los partidos de la izquierda porteña. El Frente de Izquierda (compuesto por el Partido Obrero, el PTS e Izquierda Socialista) consiguió una banca en la Legislatura porteña, que ocupará Marcelo Ramal. Es el único sector de la izquierda que logró escaños en los comicios.
Autodeterminación y Libertad, la fuerza de Luis Zamora, estuvo cerca de lograr una banca de legislador, pero quedó a 500 votos de que Fernando Vilardo sea electo. Más atrás aún quedaron las otras expresiones de la izquierda porteña: Nuevo Más-Las Rojas, Nueva Izquierda, Sumar I+D y Camino Popular.
Alejandro Bodart, exprecandidato a senador nacional por Nueva Izquierda señaló luego de las elecciones: “En medio del ocaso del kirchnerismo y la alta votación a la izquierda, la unidad de toda la izquierda política y social sigue siendo una asignatura pendiente y hubiera permitido lograr muchas más bancas. Esto se expresa en especial en la Capital, donde concretamente la división en cinco o seis listas impidió llegar al Congreso nacional”.
Además, Bodart apuntó a otros dirigentes con nombre y apellido: “A diferencia de dirigentes como Jorge Altamira, que opinan que la unidad ya está resuelta, nosotros creemos necesario encarar mecanismos democráticos que permitan unir al conjunto de la izquierda, por ejemplo a través de las internas”. Éste, sin embargo, no es el primer llamado a la unidad que realiza Bodart.
Desde el Nuevo MAS, que postuló a Manuela Castañeira como primera legisladora, ya habían pedido al FIT reunirse antes de los comicios de octubre, luego de las PASO.
Por su parte, Altamira explicó en declaraciones a la prensa que en tres oportunidades se le ofreció desde el FIT a Luis Zamora unirse para los comicios legislativos, pero que el dirigente de Autodeterminación y Libertad no aceptó dicho ofrecimiento.
De esa forma, se abre un nuevo panorama en la izquierda porteña, en la que las voces de unidad total comienzan a aparecer para lograr un mayor caudal de votos.