Tras prometer su independencia económica, la Iglesia dispara contra el Gobierno

Tras prometer su independencia económica, la Iglesia dispara contra el Gobierno

En la 116º Asamblea Plenaria de obispos, expusieron las molestias que tienen con la actual gestión de Cambiemos.


Este lunes, comenzó la 116º Asamblea Plenaria de obispos, donde emitieron fuertes críticas al gobierno de Mauricio Macri. Allí, el pre­si­den­te de la Con­fe­ren­cia Epis­co­pal, Monseñor Oscar Vi­cen­te Ojea, ins­tó a los obis­pos a “de­fen­der la uni­dad” de fren­te a las pro­ble­má­ti­cas que “afli­gen” a la Igle­sia en el país, al tiempo que trazó un duro panorama sobre la marcha de la gestión de Mauricio Macri y alertó que la crisis económica “resiente la confianza en la dirigencia política”.

“Esta­mos ter­mi­nan­do un año su­ma­men­te di­fí­cil. Mu­chos acon­te­ci­mien­tos que he­mos vi­vi­do en los úl­ti­mos me­ses nos han pro­vo­ca­do per­ple­ji­dad, y al mis­mo tiem­po nos plan­tean gran­des desa­fíos pas­to­ra­les para ser ilu­mi­na­dos a la luz del Evan­ge­lio”, comenzó Ojea, y aclaró que se refería a “la habilitación del debate sobre el aborto y su repercusión en muchos jóvenes”, el fenómeno posterior de las “apostasías”, las denuncias de abusos en colegios religiosos y “ataques a la persona del Santo Padre desde dentro y desde fuera de la Iglesia de un modo que no tiene precedentes”.

“Todo esto lo hemos vivido en medio de una crisis social y económica que golpea a todo el pueblo argentino, y que va resintiendo la confianza en la dirigencia política aumentando el mal humor social, el enojo y la intolerancia que hace muy crispada la convivencia”, advirtió Ojea ante decenas de obispos en la casa de ejercicios El Cenáculo (La Montonera) en Pilar.

En su mensaje, el obispo de San Isidro señaló que ante estos hechos los obispos no deben reaccionar con “ira, el enojo o victimización”, ni “paralizarse”, sino que deben reconocer que “en muchas de estas situaciones” el Episcopado tuvo su “parte de responsabilidad”, por lo que debe hacer “un profundo examen de conciencia”.

“Podemos sentirnos rechazados y pensar que a Jesús le pasó lo mismo. Un pensamiento parecido a: ‘Nosotros estamos bien, los equivocados son los demás’. Esto no es justo, ni totalmente honesto. En muchas de estas situaciones hemos tenido nuestra parte de responsabilidad. Esto nos debe hacer pensar en nuestra propia conversión personal y pastoral. Y hacer un profundo examen de conciencia”, aseguró.

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