Luego de pasar varias horas prófugo, una vez que el juez federal Julián Ercolini ordenó su detención, se entregó el empresario Cristóbal López en la noche del martes en el edificio Centinela de Gendarmería, ubicado en el barrio porteño de Retiro. López estaba siendo investigado en el marco de una causa por evasión de impuestos (una suma de $8 mil millones de pesos) a través de su empresa de combustibles OIL.
López será alojado en el penal de Ezeiza una vez que cumpla con los trámites previos obligatorios ante el Servicio Penitenciario Federal (SPF) en la Capital Federal.
En un comunicado de prensa firmado este miércoles por la dirección nacional del SPF, se informó que el dueño del grupo Indalo irá al mismo complejo en el que se encuentran detenidos Amado Boudou, Lázaro Báez, Julio López, Ricardo Jaime, Carlos Zannini y José María Núñez Carmona, entre otros.
El pedido de detención se dio a conocer este martes por la tarde, al mismo tiempo que el juez Ercolini procesó al socio del empresario, Fabián De Sousa con prisión preventiva luego de ser considerados partícipes necesarios del delito de administración fraudulenta agravada por haberse cometido contra una administración pública. En el caso de De Sousa, fue arrestado por Gendarmería este martes por la tarde en un domicilio de Puerto Madero.
Por otro lado, el extitular de la AFIP, Ricardo Echegaray, fue procesado por orden del juez federal Ercolini, tras considerarlo autor del delito que se le imputa también a los empresarios.
En el fallo de Ercolini, se informó que el magistrado trabó un embargo contra los tres procesados por un total de diecisiete mil cuarenta y dos millones quinientos nueve mil seiscientos noventa y dos pesos ($17.042.509.692).
El magistrado decidió detener a López (sospechado como testaferro de la expresidenta Cristina Kirchner) por obstrucción a la justicia, al haber vendido el paquete accionario del Grupo Indalo, violando la inhibición general de bienes dictada oportunamente.
Según la acusación, la maniobra delictiva comenzó en mayo de 2011, cuando Oil Combustibles comenzó su operatoria. Durante más de cuatro años la AFIP -comandada por Echegaray- a través de diversas irregularidades, habría permitido que la compañía de López no pagara el impuesto a los combustibles líquidos. Los empresarios utilizaron ese dinero en forma indebida para capitalizar a las demás sociedades del grupo Indalo tornando de esta manera incierto el cobro de la deuda que mantienen con el Estado Nacional.