El viernes por la noche el presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia bombardearon tres supuestos centros de armas químicas de Siria.
Trump, dijo en la mañana del sábado que el bombardeo contra varios objetivos en Siria fue un ataque “perfectamente ejecutado”.
“Un golpe perfectamente ejecutado anoche. Gracias a Francia y al Reino Unido por su sabiduría y el poder de sus buenas Fuerzas Armadas. No podríamos haber obtenido un mejor resultado. ¡Misión cumplida!”, publicó Trump en Twitter.
Por su parte, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, anunció que “se ha alcanzado el objetivo” del ataque y que, como consecuencia de los bombardeos, “buena parte de su arsenal químico ha sido destruido“.
En una entrevista en el canal informativo “BFMTV”, Le Drian confió en que el régimen de Bachar al Asad y sus aliados hayan “comprendido la lección” tras los bombardeos, y aseguró que si se produce otro ataque con armas químicas “habrá otra respuesta“. “El objetivo era destruir los instrumentos químicos del régimen y mostrarle a Al Asad que cuando se cruza la línea roja hay consecuencias”, dijo.
Estados Unidos, Reino Unido y Francia efectuaron anoche tres ataques contra instalaciones supuestamente utilizadas para la producción y almacenaje de armas químicas en Siria. Uno de ellos fue en las proximidades de Damasco, mientras que los otros dos en la provincia central de Homs.
Según el Pentágono, los aliados “evitaron alcanzar cualquier punto donde se encontraran fuerzas rusas“, presentes en muchos lugares del país y aliadas del régimen de Damasco.
Pasadas las 22 del viernes la CNN reportó explosiones en Damasco, la capital siria.