Las dudas en torno a las razones de la tragedia aérea del miércoles la han puesto en el foco de cada vez más países. Tras los interrogantes interpuestos públicamente por Ucrania, que apuntó a la posibilidad de que un proyectil derribase el aparato durante su fase de despegue, ayer el medio ‘Newsweek’, citando fuentes de la Inteligencia estadounidense e iraquí, ahondaba en esa posibilidad. Anunció que el derribo fue “probablemente por error”, en la misma noche tensa en que misiles iraníes golpearon una base en Irak.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, así como su homólogo británico, Boris Johnson, secundaron esta versión al afirmar que, según fuentes de inteligencia, el Boeing fue derribado por un misil. Este viernes, la Organización de la Aviación Civil de Irán ha negado que un misil alcanzara el avión y ha pedido, en palabras de su jefe, Alí Abedzadeh, esperar al resultado del análisis de las cajas negras.
El vuelo 752 de Ukraine International Airlines, una nave Boeing 737-800, salió con una hora de retraso desde el aeropuerto internacional Imam Jomeini, en el suroeste de Teherán, rumbo a Kiev. Las primeras investigaciones señalan que se perdió contacto con el aparato a los dos minutos de despegar. Aproximadamente ocho minutos después, según un vídeo doméstico, el avión se estrelló con un flanco en llamas en una zona rural cerca del área residencial de Parand. Según medios iraníes, el piloto no realizó una llamada de emergencia y parece que trató de reconducir el rumbo para regresar al aeropuerto.
Justin Trudeau, anunció ayer que varias fuentes de Inteligencia, incluidos los servicios canadienses, sugerían que el Boeing fue derribado por una batería antiaérea soviética tipo Tor-M1, conocida en el código OTAN como Gauntlet. Su teoría se basa en las imágenes satelitales, señales de radar y datos electrónicos recopilados en aquella noche, horas después de un ataque iraní, con al menos 12 misiles, sobre la base militar iraquí de Al Assad. También lo afirma ‘Newsweek’, que cita a una fuente del Pentágono, a otra de la Inteligencia estadounidense y a una tercera de la iraquí, todas anónimas.
“Tenemos información de múltiples fuentes, incluidos nuestros aliados y nuestros propios servicios”, que “indica que el avión fue derribado por un misil tierra-aire iraní. Puede que no haya sido intencional”, dijo en una conferencia de prensa el primer ministro de Canadá. Trudeau insistió en que estos últimos desarrollos “refuerzan la necesidad de una investigación exhaustiva sobre este asunto. Como dije ayer, los canadienses tienen preguntas y merecen respuestas”, dijo.
Boris Johnson también afirmó que dispone de informaciones según las cuales el avión ucraniano que se estrelló el miércoles cerca de Teherán, matando a las 176 personas a bordo, fue “derribado” por un misil iraní. “Ahora hay un conjunto de informaciones”, según las cuales el avión “fue derribado por un misil tierra-aire iraní”, lo cual “pudo haber sido accidental”, declaró Johnson en un comunicado, poco después del anuncio en ese sentido del primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Las 176 personas que viajaban a bordo, la mayoría iraníes, y la mayoría con destino a Canadá, murieron en la catástrofe aérea, abordada en la prensa iraní como un “fallo técnico”. De hecho, esa fue la primera versión de la embajada ucraniana, que luego retiró. Según la agencia Reuters, la asesoría inicial de varias agencias de Inteligencia occidentales, entre ellas la canadiense y la estadounidense, indicaba que el avión no fue derribado por un misil, sino que había sufrido un problema técnico. Ahora, fuentes de Seguridad europeas consideran “creíble” la teoría estadounidense.