Francisco siempre está atento a lo que sucede en el mundo, y dónde el zapato aprieta más de lo aconsejado. Y ahora imprime un giro en sus visitas internacionales, hacia el impulso de un nuevo proceso de paz en el mundo que nadie tenía en carpeta. Visitará en breve la Rusia de Valdimir Putin y del jerarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Kirill.
El jefe del Vaticano mandará un emisario a Rusia dentro de 10 días para ir armando todas las cuestiones previas a una visita de esta envergadura. Además tiene la particularidad de una doble competencia internacional, ya que como jefe de Estado se entrevistará con Putin y como Papa lo hará con su par ortodoxo, Kirill. Dicho de otra manera tendrá dos recepciones de altísimo nivel en el mismo país.
La relación de Francisco con Kirill se transformó en algo muy positivo para ambos, tras el encuentro que tuvieron en el aeropuerto de La Habana, en donde por primera vez en la historia hubo una cumbre de los jefes de las distintas religiones. Allí todo fue muy cordial y de enorme respeto mutuo entre ellos. Y nació un vínculo que mantienen personalmente o por terceros.
Si bien Francisco estaba pensando en China como su próxima visita a una súper potencia – algo que no sólo no descartó sino que podría ser confirmada para el año entrante-, la situación generada en estos tiempos por la intolerancia desatada por el Congreso de los Estados Unidos hacia algunos países del otro lado del mundo, empeoraron la situación, e hicieron reflexionar al mundo entero acerca del peligro que se puede avecinar si el espiral de agresiones continúa sin techo. De hecho el intercambio verbal del líder coreano del Norte con su par estadounidense puso en vilo al mundo por estas horas. Los últimos tiempos del presidente Donald Trump han sido algo tumultuosos a raíz de la ofensiva de los sectores de poder que se habían alistado tras Hillary Clinton. Y entre la amenaza norcoreana y la del impeachment local, su vida no tiene paz. Algo que preocupa en Europa y en Vaticano.
No es casualidad que Noticias Urbanas haya podido precisar –a partir de fuentes mixtas y en exclusiva absoluta – el próximo viaje de Francisco a la Federación Rusa antes de fin de año en curso. La misión que saldrá este mes hacia el país eslavo contará con la presencia del patriarca para Argentina de la Iglesia Ortodoxa Juan X o del obispo del Patriarcado de Moscú en nuestro país, el obispo Ignaty. Tampoco se descarta que amos o alguno de ellos se agregue para cuando la visita del papa a Rusia se concrete.
Horas más tarde de emitido este despacho, desde la santa Sede afirmaron oficialmente que el cardenal italiano y secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, viajará a Moscú (Rusia) para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin y con el patriarca Kirill de Moscú.
Parolin aseguró que su visita a Rusia tiene como objetivo preparar un eventual viaje del papa Francisco a esa nación.
Pero la historia no termina ahí ya que tras su paso por Rusia, Francisco visitará Ucrania, un país con una guerra civil reciente luego del golpe de Estado perpetrado por la “revolución del Maidán” que destituyera ilegalmente –con la colaboración del nazismo de Pravy Sektor y mercenarios pro occidentales- al entonces presidente Víctor Yanokóvich. Ucrania ha perdido un sector de su territorio en el este del país que se ha proclamado libre y el país no cumple los tratados de Minsk para encontrar la solución, no hace nada porque ellos se cumplan. También perdió a la península de Crimea que celebró un referéndum que la volvió a anexar a Rusia, su antiguo lugar en el mundo. La OTAN, el FMI, la Unión Europea así como los Estados Unidos han puesto muchas fichas en Kiev pero la pésima gestión (y corrupta) de Petro Poroshenko ha frustrado los planes de Occidente para incomodar a Rusia. Veremos qué sucede con la visita del Sumo Pontífice. Pero por ahora, viene Colombia, bien cerquita de Venezuela.
