A pocos días de emprender su primera gira internacional del año, el presidente Mauricio Macri recibió en sus manos un informe de la Casa Militar, que vela por su seguridad, en el que le advierten sobre los “serios riesgos” que asume cada vez que decide volar por líneas aéreas comerciales, mientras en Casa Rosada todavía no lograron concretar la compra de un nuevo avión presidencial que reemplazará al histórico Tango 01.
Macri, quien ya está de regreso en Buenos Aires y con actividad oficial, fue advertido por el general de brigada José Luis Yofre acerca de todas las variables que lo ponen en riesgo cada vez que decide emprender en un vuelo comercial: la imposibilidad de garantizar su seguridad física ante el resto de los pasajeros, atención médica, la seguridad de su equipaje, la imposibilidad de modificar las rutas de vuelos, entre otros potenciales peligros.
“Esta Casa Militar considera que la utilización de líneas aéreas comerciales para el desplazamiento, tanto al interior como el exterior del país, genera serios riesgos en la seguridad del Presidente y su grupo familiar”, afirma la Casa Militar en un informe reservado, al que tuvo acceso Noticias Urbanas, y cuyo destinatario es Darío Nieto, el joven secretario privado del primer mandatario.
En el texto, se sostiene que desde la asunción presidencial, con viajes al exterior en vuelos comerciales, se han “generado diferentes inconvenientes” en la custodia y se recuerda que, en uno de esos traslados, Macri hasta compartió aeronave con alguien que tenía “antecedentes de narcotráfico”, lo que refleja una dificultad en el trabajo de inteligencia que se debería realizar sobre la identidad del resto de los pasajeros.
Además explican que uno de los factores de riesgo es que, una vez en pista de aterrizaje, la “cápsula de seguridad no puede arribar a las proximidades de la aeronave” y queda reducida a “desplazarse por espacios públicos en el aeropuerto” lo que implica la “imposibilidad de utilizar las bases y sectores militares” donde los mandatarios poseen un “trato preferencial” que permite la custodia permanente de la aeronave.
Además, en dichos vuelos, tanto la custodia como la Unidad Médica, no pueden estar “próximos” a Macri, por lo que ante “una posible agresión o necesidad física” no pueden “apersonarse en el tiempo adecuado”, al tiempo el armamento de sus custodios queda “retenido” por las autoridades competentes y luego del aterrizaje deben permanecer en el aeropuerto para hacer los “trámites del retiro, considerando una pérdida de tiempo que afecta la seguridad”.
Entre otros aspectos, advierten que, incluso, el equipaje presidencial y el de su familia, el cual es despachado como el del resto de los pasajeros, corre “riesgo de apertura, robo o sabotaje”, y que la actividad presidencial queda sujeta a horarios y escalas que además de implicar un “gran despliegue” en seguridad, impide un posible regreso “urgente” al país en caso de que sea necesario.
En menor medida, se habla de la “falta de privacidad” que tendría para reunirse con su comitiva, así como otros problemas como el de la conectividad a internet, que está prohibida en vuelos comerciales, y concluye que sólo una aeronave oficial, como la que el Gobierno está intentando incorporar aunque sin suerte, podría garantizar los “protocolos de seguridad”, las condiciones necesarias para “el desplazamiento de la cápsula de seguridad”.
Además viajaría sólo con “personas autorizadas por el primer mandatario, permitiendo el control del viaje”, con las medidas de control habituales por la Casa Militar sobre el interior de la aeronave, como el “barrido electrónico y la supervisación y control de explosivos que efectúa la Policía Federal Argentina, dentro y fuera del país, evitando así un sabotaje que atente contra la seguridad del Presidente, su familia y su comitiva”.
Tras el fracaso del primer llamado a licitación, en el que ninguna oferta cumplió con las expectativas del Gobierno, se realizará una nueva convocatoria para reemplazar al histórico Tango 01, con los estándares fijados por la la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que depende de las Naciones Unidas, y con el asesoramiento técnico de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANCA), según confirmaron confirmaron desde la Secretaría General que dirige Fernando De Andreis, a cargo de la tarea.
Según explicaron, durante el primer proceso de licitación de los nueve oferentes quedaron dos seleccionados para la etapa final, pero finalmente “tampoco se ajustaban” a lo pretendido, aunque volverán a insistir, con el acompañamiento de la OACI, pero con “algunos cambios en los requisitos” para concretarlo “antes de fin de maño” ante la insistencia de la Casa Militar, preocupada por las “cuestiones de seguridad” del Presidente.
Pese a las recomendaciones, Macri partirá el sábado rumbo a Moscú en un vuelo comercial para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin, para luego hacer otra parada en Suiza, donde participará en Davos del Foro Económico Mundial. Antes de su regreso a Buenos Aires, cerrará su primera gira internacional del año en París con una reunión bilateral con su par francés Emmanuel Macrón.