Un circuito negro y un entramado complejo de sociedades donde participan gestores, abogados y hasta jueces de faltas de la Provincia de Buenos Aires, conforman este desfalco que se realiza con el robo de las fotomultas y que luego estafan al fisco.
El sistema comienza con la desesperación de a quienes le llega la fotomulta y deben realizar algún trámite que implique que su vehículo no tiene ninguna deuda. En ese marco es donde comienzan a aparecer los “borramultas”, que se presentan a través de las redes y contactan con sus futuros clientes.
Una vez que se ponen en contacto con ellos, todo se pone en movimiento. Las fotomultas pueden ser de cualquier lugar y ellos logran eliminarlas. Claro que no es gratis, el pago es en efectivo en negro y las comunicaciones llegan a través del whatsapp.
En menos de una semana y a cambio de una importante suma de dinero, las multas desaparecen. Claro que el dinero no ingresa al Estado, sino que se reparte en el circuito en negro que componen algunos jueces de faltas y diferentes autoridades.
Un negocio en crecimiento y al que nadie parece poner el fin. Los robamultas tienen el negocio asegurado, con tan solo un click-