La medida de fuerza que llevan adelante desde primera hora de la mañana metrodelegados enojó a los funcionarios del Gobierno porteño. Primero fue el titular de Sbase, Juan Pablo Piccardo, quien informó que se descontarán las horas no trabajadas. Después, la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal calificó “sin justificación” la medida de frenar el funcionamiento y luego levantar los molinetes.
La funcionaria ratificó que “se está mejorando la seguridad para trabajadores y pasajeros de ese servicio”.
En sintonía con lo anunciado a principio de semana, se refirió a los 400 efectivos que están trabajando allí más 100 que se van a sumar a lo largo de este mes, además de instalar 1.600 cámaras de vigilancia. Se prevé además poner a disposición dos centros de atención a los usuarios con fiscales para los que hayan sufrido delitos y pueden hacer las denuncias en el lugar, detalló Vidal en declaraciones televisivas.
La Policía Metropolitana, continuó, “no sólo cuida las boleterías, como lo hacía antes la Federal, sino que además estamos sumando policías para que cuiden a los usuarios, porque cuidar a los trabajadores es tan importante como cuidar a los pasajeros del subte”.
En los primeros 15 días de actuación de la Metropolitana en el subte, ya hubo 35 detenciones de pungas.
