Un agente de la Policia de la Ciudad, le impidió a un joven “trapito” cobrar por cuidar vehículos en el barrio porteño de Palermo. El oficial, además de reclamar sobre su lugar de trabajo, manifestó que “acá nadie va a cobrar un mango, el estacionamiento es libre”.
El hecho fue filmado desde un teléfono celular y en un momento del video el policía cuestiona la grabación. En ese momento, el uniformado que pertenece a la comisaría Nº23, le dice al “trapito”: “Acá es mi cuadra y la manejo yo. Acá no hay lugar medido, no hay nada. No se cobra y listo. No me importa que hace 20 años estés acá”.
Si bien el cuidacoche no fue registrado en la reproducción, se escucha de fondo una voz que le responde al policía que se dirija hacia avenida del Libertador.
Allí fue cuando el oficial dijo: “¿Querés mis datos?” y le enseña su placa, luego agregó “Andá y denunciame”.
Finalmente, la grabación concluye con el policía retirándose. Este tipo de hechos suele ocurrir tanto en el barrio porteño de Palermo, donde en zonas aledañas a bares (como Plaza Serrano o Plaza Armenia) los “trapitos” aguardan que las personas estacionen para cobrar, en algunos casos por adelantado, una tarifa para preservar el vehículo durante la estadía, como también en momentos donde se disputan competiciones deportivas o shows musicales.
A causa de este y otros hechos que se fueron sumando a lo largo de los últimos años, en marzo de este, la Justicia porteña comenzó a encontrar otros caminos para penar la actividad los cuidacoches en la vía pública, especialmente cuando actúan en eventos masivos.
Por lo tanto, luego de un año de acumular actas policiales y denuncias de vecinos, varios fueron instados a realizar trabajos comunitarios en hospitales o iglesias, mediante probation, para evitar llegar a un juicio contravencional.
Las tareas se extienden por tres meses en los sitios convenidos y la suspensión del dictamen será efectiva si el imputado cumple con los requerimientos de la probation. Esta metodología podría trasladarse a las otras cuatro Unidades Fiscales de la Ciudad. En la Norte, las probations asoman como la punta del ovillo para desentrañar las organizaciones detrás de las personas.