Con el objetivo de establecer una fuerza propia del movimiento obrero para recuperar su peso en la política, Luis Barrionuevo junto a un grupo de líderes dio a conocer este viernes en Mar del Plata el partido Trabaj.AR. Finalmente, no se optó por el nombre Solidaridad, a pesar de que al líder del sindicato de Gastronómicos le agradaba, ya que hacía referencia al sindicato polaco dirigido por Lech Walesa, símbolo de la resistencia contra el comunismo en la década de los ochenta.
Curiosamente, el nombre Trabaj.AR hace eco de una de las frases más reconocidas y controvertidas de Barrionuevo en la década de los noventa: “Nadie hace la plata trabajando”.
La presentación del partido tuvo lugar en un plenario en el hotel Presidente Perón, con la asistencia de alrededor de 3.000 dirigentes y militantes sindicales. Sin embargo, el foco se centró en los líderes gremiales que asistieron y en aquellos que optaron por no participar, a pesar de que Barrionuevo extendió una invitación a todos.
Varios líderes prominentes del sindicalismo, como Hugo Moyano (Camioneros), Gerardo Martínez (UOCRA), Héctor Daer (Sanidad), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Omar Maturano (La Fraternidad), anunciaron que no participarían en el encuentro. Sin embargo, la mayoría designó a algún representante de su organización.
Entre los asistentes se encontraban, entre otros, Roberto Fernández (UTA), Hugo Benítez (textiles), Maia Volcovinsky (judiciales), Juan Pablo Brey (aeronavegantes), Rubén Aguiar (panaderos) y los principales líderes del barrionuevismo, como Carlos Acuña (estaciones de servicio), Daniel y Gustavo Vila (Carga y Descarga), Roberto Solari (guardavidas) y Oscar Rojas (maestranza).
En el documento final, los promotores de Trabaj.AR expresaron que “desde el regreso de la democracia, hemos apoyado diversas gestiones, respaldando las políticas que fomentaron el bienestar de los trabajadores y enfrentando aquellas que intentaron socavar sus derechos”. Sin embargo, subrayaron que “hoy nos encontramos ante un reto aún más grande: los espacios de representación tradicionales se han alejado de la ciudadanía y de los problemas reales que afectan a nuestra sociedad”.
“Frente a esta realidad -añade el texto- no podemos permanecer indiferentes. Es nuestro deber histórico organizarnos y crear una herramienta política propia, que represente auténticamente los intereses de quienes, día a día, sostienen a Argentina con su esfuerzo. Desde el Movimiento Nacional Sindical Peronista (MNSP), promovemos, a través del Partido Trabaj.AR, la recuperación del protagonismo de los trabajadores en la edificación de una Argentina con desarrollo productivo, justicia social y equidad”.
En otro de sus segmentos, el texto hace referencia de manera crítica a Cristina Kirchner y a otros líderes del PJ al señalar: “El peronismo no es meramente una doctrina política o una organización partidaria, es la esencia misma de los argentinos. Se nos ha querido hacer pensar que ha quedado desfasado, que ha perdido relevancia o que ha sido despojado de su significado. De hecho, algunos han utilizado su bandera de forma oportunista, traicionando sus valores y principios”.
Tras resaltar “la responsabilidad de crear un nuevo espacio político”, los impulsores de Trabaj.AR enfatizaron que “para lograrlo es fundamental superar las divisiones que nos han inmovilizado como sociedad”, convocando “a todos aquellos que no estén atrapados en el fanatismo de los bandos en conflicto, ya sean los que gobiernan o los que ya gobernaron”. “La polarización y la grieta solo han servido para enfrentarnos, desviando nuestra atención de las verdaderas soluciones y beneficiando a los intereses políticos de unos pocos”, se afirma en la declaración.
El sindicalismo argentino atraviesa un momento crucial en su representación política. En las elecciones de 2023, los sindicatos solo obtuvieron 5 escaños en la Cámara de Diputados, la cifra más baja en medio siglo. Para cambiar esta tendencia, Barrionuevo y otros líderes de la CGT habían promovido en 2022 el Movimiento Nacional Sindical Peronista, una plataforma que buscaba aumentar la representación gremial en las listas electorales de 2023. Aunque la presentación de esta agrupación en el Estadio Obras atrajo a una gran cantidad de asistentes, las divisiones internas del sindicalismo y el impacto de Cristina Kirchner en la creación de las listas legislativas de 2023 llevaron a la marginación de los sectores dialoguistas, al barrionuevismo y al moyanismo.
Actualmente, Barrionuevo busca establecer un partido político que represente de manera exclusiva al sindicalismo, con una identidad peronista pero independiente del PJ controlado por la ex vicepresidente. Según el líder gastronómico, el objetivo es formar una fuerza que englobe a todas las organizaciones gremiales interesadas y que, en un plazo de 30 días, tenga presencia en todo el territorio nacional.
En una reciente entrevista radial, Barrionuevo lanzó críticas contundentes hacia Cristina Kirchner, acusándola de monopolizar el poder dentro del peronismo y de excluir a sectores que podrían revitalizar el partido. Según mencionó, la ex vicepresidenta de Alberto Fernández “se adueñó del partido precisamente para tener el control” y su propósito no es el éxito del peronismo, sino preservar su dominio político.
Barrionuevo enfatizó que el peronismo requiere una dirección que sea capaz de motivar y atraer tanto a las bases sindicales como a las nuevas generaciones de militantes. A su juicio, los líderes actuales del PJ son “mariscales de la derrota” que intentan mantenerse en el poder sin ofrecer un verdadero cambio.
La disminución de la representación sindical en el Congreso es notoria. Entre 1973 y 1976, los diputados provenientes del ámbito gremial alcanzaron un total de 39. Desde entonces, esta cifra ha ido cayendo de manera constante: 23 entre 1983 y 1993, 17 entre 1993 y 2003, 13 entre 2003 y 2011, 12 entre 2011 y 2019, y 10 entre 2019 y 2023. En las elecciones más recientes, el sindicalismo solo logró obtener 5 bancas, marcando así un récord mínimo.
La bancada sindical está compuesta actualmente por Mario Manrique (SMATA), Carlos Cisneros (bancarios), Jorge Ávila (petroleros de Chubut) y Pablo Ansaloni (rurales), junto con los diputados electos en 2021, como Sergio Palazzo (bancarios), Hugo Yasky (CTA), Vanesa Siley (judiciales) y Pablo Carro (CTA de Córdoba). El 27 de noviembre, Barrionuevo reunió a líderes de aproximadamente 40 sindicatos en la sede del Sindicato de Obreros de Maestranza (SOMRA) para debatir sobre la formación de un nuevo partido. Según lo adelantado por Infobae, durante este encuentro, Oscar Rojas, jefe de SOMRA y aliado de Barrionuevo, manifestó el descontento del sindicalismo por la escasa representación en las listas del PJ. “Estamos cansados de que se imponga la dedocracia y que el gremialismo no tenga presencia”, destacó.
La propuesta de Barrionuevo suscita dudas sobre el porvenir del sindicalismo en el ámbito político. ¿Tendrá esta nueva agrupación la capacidad de recuperar la influencia que se ha perdido y mejorar la representación gremial en el Congreso? Lo indiscutible es que el sindicalismo enfrenta en la actualidad un reto histórico: revertir años de declive político y restaurar su relevancia dentro del peronismo y del sistema político en su conjunto.