Una empresa de seguridad española que está siendo investigada por la justicia habría espiado a Julian Assange a cuenta de Estados Unidos cuando vivía en la embajada de Ecuador de Londres, afirmó este viernes el diario El País.
Los empleados de Undercover Global S.L., encargada de garantizar la seguridad de la embajada ecuatoriana cuando el fundador de Wikileaks residía allí como refugiado, enviaban informes sobre sus actividades a la CIA, sostiene el rotativo.
Un juez de la Audiencia Nacional española está investigando el caso, indicó uno de los abogados de Julian Assange. La AFP contactó con el tribunal, pero este declinó hacer comentarios.
“Hay una causa penal abierta en la Audiencia Nacional pero sigue en secreto la investigación (…) y no podemos hacer declaraciones sobre lo que se está investigado más allá de lo que se ha filtrado” a la prensa, declaró Aitor Martínez, que representa al fundador de Wikileaks.
El material “habrá sido filtrado por trabajadores de la empresa, me imagino”, apuntó el abogado.
Según El País, Undercover Global instaló micrófonos en los extintores de la legación diplomática y en los baños de señoras, donde los abogados de Assange se reunían por temor a ser espiados.
La empresa también habría instalado un sistema para que Estados Unidos pudiera seguir todas las grabaciones en directo.
De acuerdo con la información publicada por El País, Estados Unidos fue informado de este modo, en diciembre de 2017, de una reunión que mantuvo Assange con el jefe de los servicios secretos ecuatorianos para organizar su traslado a otro país utilizando un pasaporte diplomático.
El diario español señala que el dueño de la empresa, David Morales (un exmilitar), había dicho a sus colaboradores que pese a que fue contratado por el gobierno del entonces presidente ecuatoriano Rafael Correa, también trabajaba y enviaba documentos, videos y audios de Assange a EE.UU.
Por su parte, los abogados de Julian Assange presentaron a finales de abril una denuncia contra un grupo de españoles a los que acusaron de haber chantajeado al activista con unos videos y documentos obtenidos durante su estancia en la embajada.
En 2012, el australiano de 47 años, contra quien Suecia había abierto diligencias por presunta violación -un caso que fue archivado después-, se refugió en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia y a Estados Unidos, por la publicación de unos documentos secretos estadounidenses en su portal de internet.
Tras haber pasado siete años en la embajada ecuatoriana, Assange fue expulsado de allí por la policía británica el pasado 11 de abril, con la autorización del Gobierno ecuatoriano.
A principios de mayo, fue condenado por un tribunal londinense a 50 semanas de prisión por violar la libertad condicional.