La empresa química Carbuclor anunció que los trabajadores deberán firmar un acuerdo que implica una rebaja salarial a los niveles de 2015 y congelamiento durante todo 2017. Los que se nieguen serán despedidos.
Carbuclor eligió a un grupo de empleados a los que les propuso firmar un acuerdo por el cual sus salarios se retrotraerían al nivel previo a la paritaria de 2016, no recibirían aumentos en 2017 y recuperarían las pérdidas en 2018 si las cosas salieran bien.
La propuesta incluye una reducción del plan de cobertura de salud, pero la conducción de la firma les dijo a los que llamó a firmar el acuerdo que en caso de negarse deberían considerarse despedidos aunque no habrá formalidades pues no piensa pagar indemnizaciones, justificando esta ilegalidad en la crisis por la que atraviesa la empresa.
La planta de Campana se encuentra parada, con el personal de vacaciones forzosas. No queda claro qué sucederá cuando éstas concluyan.
La empresa Carbuclor se presentó a concurso de acreedores el 28 de diciembre y justificó la decisión en función de los balances negativos con los que cuentan desde 2013. En ese sentido, anunció que atraviesan una “difícil situación”, por lo que propuso a sus empleados firmar un acuerdo que implica la rebaja salarial a los niveles de 2015 y el congelamiento durante todo 2017.
La firma aseguró que el dinero así acumulado lo usará como capital de trabajo: es decir, la empresa pretende que sus trabajadores financien su giro comercial.