La sensación que cundía entre los analistas a fines del año pasado era que la caída de Alberto Fernández se había amesetado en las encuestas, pero los últimos números revelan que aquello no era más que una sensación. La pelea con Cristina Kirchner y los datos negativos de la economía (en especial, la inflación) empujaron al presidente a un nuevo piso de popularidad. A él y a su gestión.
Al menos eso es lo que refleja la nueva encuesta de Synopsis, una de las consultoras más reconocidas en el mundo de la política. La firma, que trabaja en tándem con Ecolatina, hizo un relevamiento nacional de 1.569 casos entre el 9 y el 13 de junio.
Las señales para el oficialismo no son buenas:
• El 71,9% tiene una mirada negativa sobre el desempeño del Gobierno, el peor número de toda la serie.
• Crece a un 59,3% la preocupación por la inflación como problema principal.
• El 84,4% cree que el Gobierno está “poco” o “nada” preparado para combatir la suba de precios.
• El 50% está “total” o “bastante” de acuerdo con que el Presidente debe pedirle la renuncia al ministro Martín Guzmán si no cede la inflación.
• El 67,8% considera que la situación económica del país empeorará en un año.
• La imagen positiva de Alberto Fernández cayó a su peor expresión: 18,2%, contra una negativa en alza, en 68,3%.
• El 69,2% reclama que se reduzca el déficit fiscal y el 64%, que se reduzcan los planes sociales.
El 56,9%, además, pide que disminuya el empleo público.
Los números electorales
Luego, sobre el final del estudio, Synopsis aborda la cuestión electoral y allí también se ve a un oficialismo muy golpeado. Sólo un 18,8% se muestra a favor de una “continuidad”, mientras que un 71,7% reclama un “cambio”.
En números más específicos, cuando se consulta la intención de voto por espacio, el Frente de Todos queda más cerca de los libertarios que de Juntos por el Cambio: el oficialismo suma 22,4%, contra 17,6% de la fuerza de Milei/Espert y 36% de la principal alianza opositora.
La grilla se completa con un 4,8% para la izquierda; un 8,8% de “otros” y un 10,4% de “indecisos”.
Pero hay otro plus negativo para el Gobierno: tanto entre los votantes de JxC como en los libertarios prevalece la idea de un voto útil para que pierda el kirchnerismo. Esto significaría que los votantes se encolumnarían detrás del candidato que pueda vencer al peronismo, más allá de las diferencias políticas previas que pudieran existir.
