El presidente Alberto Fernández apareció en los últimos días con un renovado optimismo de la mano de encuestas que marcan una relativa mejora en sus números y de otras figuras del Frente de Todos, lo que hace que en el Gobierno (incluidos Alberto Fernández y sus colaboradores más cercanos) se ilusionan con una elección presidencial “cabeza a cabeza”, lejos del ambiente de derrota que predominaba hasta hace pocas semanas atrás.
La fuente del optimismo está relacionada con el último trabajo de la consultora Zuban, Córdoba y Asociados, que marca que “el Gobierno mantiene sus niveles de negatividad y desaprobación sin grandes cambios”, pero que “algunos indicadores siguen dando pequeñas pero sostenidas buenas noticias para el oficialismo, como la imagen del ministro Sergio Massa, que en este último estudio sigue mostrando una recuperación interesante”.
En ese estudio, el ministro de Economía tiene un 34,8 por ciento de imagen positiva, una décima menos que la vicepresidenta Cristina Kirchner y sólo dos puntos más que el propio Presidente.
Cuando se midió la intención de “voto seguro”, Massa supera el 8 por ciento, Fernández el 5 y el embajador en Brasil, Daniel Scioli unas décimas menos. Cristina Kirchner aparece con el 18 por ciento, lejos del resto, pero en el oficialismo creen, según un leal al Presidente, que “si miramos el escenario sin Cristina todos los candidatos suben un poco, y nadie saca demasiada ventaja”.
Según la encuesta, realizada en diciembre y sobre 1.300 casos en todo el país, la gestión del Gobierno mantiene una desaprobación del 63,3%, mientras que un 72,2% de los consultados dijo que el país “avanza en la dirección incorrecta”.
En ese contexto, la condición para que esta sensación de “dar la pelea” se materialice, según coinciden en el oficialismo, que las PASO sirvan como elemento ordenador, además de “competir” con la fuerte interna que prepara Juntos por el Cambio, con los macristas Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich como principales protagonistas hasta el momento.
“Tiene que haber PASO para presidente, para gobernador, para jefe de gobierno porteño y también en los municipios bonaerenses”, razonan desde el entorno presidencial. Hasta fines de diciembre, buena parte del PJ y el kirchnerismo empujaba la suspensión de las PASO.
El ambiente coincide con la ostensible mayor actividad (otros hablan de virtual lanzamiento) que Scioli, el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y el jefe de gabinete, Juan Manzur, mostraron en los últimos días, en un coqueteo virtual con la candidatura presidencial, supeditada (en los casos de Scioli y Manzur) con la decisión del Presidente.
“Alberto puede ser candidato si las encuestas lo favorecen. En comparación a cómo están otros países como Perú, Brasil o Chile, estamos bastante bien”, reflexionaron, realidad mediante, desde otra usina cercana al Presidente.
“Al peronismo no hay que subestimarlo. En enero de 2019 estábamos peor y se ganó”, desafiaba una experimentada espada albertista, en relación al “triunfalismo” que desde sectores del Gobierno adjudican a la oposición de Juntos por el Cambio (JxC).