Luego de que Cristina Fernández de Kirchner levantara el perfil contra Javier Milei, en medio de la polémica por el reparto de los alimentos y la ayuda social, la consultora que mide para el Instituto Patria le acercó a la expresidenta una nueva encuesta con datos sensibles del Gobierno.
El estudio de Analogías que adelantó Clarín el miércoles se hizo en base a un relevamiento nacional de 2.496 casos en todo el país, entrevistados entre el 25 y el 28 de mayo, con +/- 2% de margen de error.
El informe combina números de la economía actual con las respuestas de los encuestados. En el primer caso, hay un interesante cuadro donde se detallan (con porcentajes) los principales rubros ajustados por el Gobierno para conseguir el promocionado superávit.
Pero además, el trabajo contiene un dato que perjudica de alguna manera a Cristina, pese a ser la destinataria del documento. ¿Cuál es ese dato? Sigue siendo mayoritaria la gente que responsabiliza al anterior Gobierno por la crisis actual.
Los jubilados, los más afectados por el ajuste
De arranque, el estudio hace un análisis del ajuste y, en línea con lo que manifiestan las principales espadas del kirchnerismo, plantea dudas sobre sus sostenibilidad en el tiempo. Destaca, por ejemplo, que más de la mitad del recorte afecta a empleados públicos, universitarios y jubilados. Lo explica así:
“Posiblemente se esté produciendo un reequilibrio entre las nociones que circulaban sobre la ‘necesidad del ajuste’ -que habíamos verificado con bastante claridad durante todo el 2023- y las consecuencias de su aplicación concreta, bastante acelerada y brutal por otro lado”.
“En el plano fiscal, por caso, el ajuste del gasto primario (sin intereses de la deuda) es del 33% en el primer cuatrimestre del año comparado con el mismo periodo del 2023. Más elocuente que ese guarismo, que en sí mismo no tiene efectos políticos, es la composición de ese ajuste, como muestra de su excepcionalidad”.
“El 55% de la contracción real del gasto se aplica por medio de la reducción de erogaciones que se depositan en el bolsillo de trabajadores estatales, universitarios, jubilados y titulares de derechos y programas sociales”.
“Se trata, por cierto, de conceptos que instantáneamente se transforman en consumo y circulación de bienes y servicios. Otro 11% del ajuste se efectúa por medio de conceptos que son salario indirecto, por la vía de subsidios a las tarifas”.
“Además, el ajuste no se ciñe a la esfera fiscal, que es muy importante por el peso que tiene sobre la economía, pero también como señal de la orientación de la autoridad política. El ajuste en marcha alcanza al salario privado formal e informal, las demás condiciones en las que se desenvuelve la fuerza de trabajo, el nivel de empleo, los agregados monetarios, el ahorro en pesos y el capital de trabajo productivo industrial y rural”.
“En realidad, los únicos dos sectores que lejos de ser ajustados han sido largamente beneficiados por el gobierno de Milei son los tenedores de bonos del Tesoro y los aglomerados de la cúpula empresarial que han logrado posiciones estratégicas sobre negocios regulados o rentas del suelo. Se trata de un ajuste económico integral sobre las condiciones de vida y producción que tiene como único reverso una eventual estabilización nominal de la economía en un plazo razonable”.
“Por eso, en el plano económico, las opiniones de este estudio aparecen muy variablemente determinadas respecto de la variable ‘tiempo’. Las evaluaciones sobre el presente son muy malas. Para el próximo año hay un equilibrio entre el optimismo y el pesimismo. Recién para los “próximos dos años” cede el pesimismo para abrirse camino la respuesta vital de que la situación económica va a mejorar”.
La imagen de Milei y expectativas sobre la economía
La encuesta trae también preguntas básicas sobre la coyuntura política y económica. Y allí se mantiene bastante arraigada la grieta en torno a la figura de Milei, con grupos de apoyo y rechazo bastante duros y consolidados.
La valoración del Presidente está partida en partes iguales: 47,6% a favor y 47,3% en contra, con 5,1% de “ns/nc”. Esta paridad viene de meses anteriores y es una buena noticia para el libertario, ya que la mayoría de los políticos, incluida Cristina, tiene amplio diferencial en contra.
Mejor aún resultan las expectativas económicas, con 48,6% de entrevistados optimistas y 41,2% pesimistas. Y, como se explicó, la mirada sobre la “escalada de precios” tiene al “Gobierno anterior” como más responsable: 44,3% contra 30,3% del “Gobierno de Milei”.
Además vuelve a sonar la alarma del desempleo. En este caso, Analogías pregunta: ¿cree usted que se está destruyendo el empleo en la Argentina? El 53,9% dice que sí, entre “mucho” y “bastante”, contra 36,2% que responde entre “poco” y “nada”.