A las 19:05, el bunker de Unidad Porteña no registra la presencia de ningún candidato. En el edificio que alberga a la Unión de Personal Jerárquico de Empresas de Telecomunicaciones (UPJET), ubicado en Castro Barros 87, justo al lado de la Federación de Box, los periodistas matan el tiempo observando los televisores instalados en la sala de prensa mientras aguardan la aparición de los candidatos o alguna información acerca de los resultados de la elección.
Camarógrafos aburridos, redactores ansiosos y computadoras inactivas dan la tónica que marca el momento. Hay pocos resultados conocidos hasta ahora, tanto que todos pispeamos las informaciones sobre lo que ocurrió en otros distritos. En la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, en ambos bunkers se adjudican la victoria. Los voceros de Cambiemos aseguran que ganaron por cuatro puntos, en tanto que los de Unidad Ciudadana se adjudican una más ajustada victoria, por sólo 0,7 centésimos.
Aquí, en la ciudad de Buenos Aires, queda prefigurado un sereno conformismo, dado que Unidad Porteña conservaría el segundo lugar que obtuvo en las PASO, con números más o menos similares. Era importante para el peronismo consolidar su elección de agosto y dejar atrás a Martín Lousteau, potenciando extrañamente la alegría de sus “enemigos” de Vamos Juntos, que adoran la imagen de un #GugaLusto anulado, como escarmiento para los rebeldes de Cambiemos, que se negaron a armar listas en común.
Así como se supone que hasta las 21:00 no habrá números oficiales fehacientes para publicar sino sólo especulaciones, en el barrio de Almagro -en el que estamos asentados- se matizará la espera con entrevistas a los candidatos, cuando lleguen hasta aquí.